Cádiz CF

Aguijones peligrosos acechan El Rosal

  • El campo 4 presenta un estado pésimo de conservación a causa de la rotura de las redes y la acumulación de suciedad en la banda en la que se encuentran los banquillos

Estado de uno de los laterales del campo 4 de El Rosal. / F.J.D.

El 22 de septiembre de 2006 quedó marcado como un día crucial en la creación de infraestructuras deportivas relacionadas directamente con el Cádiz Club de Fútbol. Representantes de la Junta de Andalucía, Diputación y del club asistieron a la inauguración del recinto deportivo denominado El Rosal (compuesto por cuatro campos, vestuarios y dependencias anexas como gimnasio, sala de prensa, aulas... etc.). Pues bien, algo más de 12 años después el aspecto del campo 4 deja mucho que desear. Lejos queda esa brillantez de otros tiempos y empieza a perder sentido los casi 4 millones de euros invertidos cuando el mantenimiento actual no parece el adecuado.

Un paseo por la banda de banquillos del campo 4 de la ciudad deportiva -en el que se jugó el Cádiz B-Arcos el pasado domingo- ofrece una estampa desoladora. La red que separa el terreno de juego de la zona de aparcamientos se encuentra rota, descolgada y suelta de sus anclajes en prácticamente la longitud de ese lateral. Además, a medida que se avanza en dirección a la parte del campo más alejada de la entrada del recinto, la acumulación de suciedad y residuos es evidente. Hierros, piedras de enorme tamaño, maderas, antigua vallas publicitarias que están rotas, restos de palés y una maleza que va haciéndose fuerte en la zona muestran la cara más oscura de un recinto que, a pesar de todo esto, sigue siendo la envidia de muchos clubes españoles y europeos.

Imagen de la red rota junto a uno de los banquillos del campo Imagen de la red rota junto a uno de los banquillos del campo

Imagen de la red rota junto a uno de los banquillos del campo / F.J.D

Lo lastimoso es que después de 12 años la sensación es indiscutible en cuanto a que las grandes obras no sólo hay que hacerlas, y bien, sino que resulta clave un mantenimiento real. Lo que se puede ver actualmente en el campo 4 de El Rosal no es precisamente una labor cuidadosa sobre la ciudad deportiva cadista.

Aquel día de septiembre de 2006 se celebró a bombo y platillo el corte de cinta de lo que se denominó, vulgarmente, como el Nuevo El Rosal. Una ciudad deportiva del siglo XXI preparada para un Cádiz CF que entonces acababa de descender de Primera División pero que aspiraba a volver a la élite. Una transformación pagada con dinero público -Junta de Andalucía y Diputación- y que puso en bandeja de plata al club cadista una instalación muy completa. Aquel 22 de septiembre celebraban la puesta de largo de El Rosal, entre otros, Manuel Jiménez Barrios, entonces secretario general para el Deporte de la Junta de Andalucía; Felipe Márquez, vicepresidente del Instituto para el Fomento del Deporte de la Diputación; Francisco González Cabaña, presidente de la Diputación de Cádiz; Antonio Muñoz, presidente del Cádiz; y Alonso Lobato, diputado provincial y concejal del Ayuntamiento de Puerto Real.

Restos de piedra, hierros y maderas, muy cerca del terreno de juego Restos de piedra, hierros y maderas, muy cerca del terreno de juego

Restos de piedra, hierros y maderas, muy cerca del terreno de juego / F.J.D.

De 2006 a 2018 es seguro que el complejo deportivo ubicado en Puerto Real ha sido objeto de mejoras para adaptarse a los nuevos tiempos. Sin embargo, el aspecto de dejadez del campo 4 resta brillantez a toda la inversión millonaria ejecutada hasta el año 2006 y la que, en menor cuantía, se ha ido efectuando posteriormente. Un Cádiz que, como presume Manuel Vizcaíno, está en constante crecimiento, debe hacerse mirar estos detalles que hacen grande a un club al margen de lo que diga su clasificación.

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