La segunda semana de paro del sector del transporte en toda España ha arrancado en Sanlúcar con una caravana de protesta que ha recorrido buena parte de la ciudad, incluida la zona agrícola de La Algaida y el barrio marinero de Bonanza, otros dos ámbitos de la actividad económica que en estos días están manifestando públicamente su malestar ante la situación por la que están atravesando.

La marcha de transportistas, en la que ha participado un buen número de profesionales del sector con el apoyo de los taxistas de la localidad, agrupados en torno a la asociación Radiotaxi Sanlúcar, comenzó en la zona donde cada miércoles se instala el mercadillo ambulante conocido como Los Gitanos. De ahí se dirigieron hasta El Palmar camino de La Colonia, donde están radicadas las cooperativas agrícolas de la ciudad. A su paso por el puerto de Bonanza coincidió con la concentración convocada por la Cofradía de Pescadores para reclamar, igualmente, “un precio del combustible justo”.

La caravana, cuyos integrantes protestaban haciendo sonar los cláxones de los vehículos de manera ininterrumpida a lo largo de todo el recorrido, ha contado con el apoyo de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas de Sanlúcar (Apysan), que ya la semana pasada difundió los motivos de su adhesión a las movilizaciones.

Este colectivo patronal destacó que los sectores hostelero y comercial de la ciudad están afectados por los mismos problemas que “merman la viabilidad económica de muchos empresarios” locales. “Están soportando una gran presión debida a la alta fiscalidad, la inflación más alta de los últimos 33 años, y los elevados precios de la electricidad y del combustible, además de la actual huelga indefinida del sector del transporte”.

Apysan sostiene que “en estos momentos en los que el sector del transporte se encuentra en huelga indefinida” y la flota pesquera está amarrada a puerto “la unión y solidaridad con estos sectores por parte del comercio y la hostelería debe ser firme para conseguir que el Gobierno de la Nación reconsidere los impuestos del combustible y la electricidad, y tome medidas para controlar la inflación, una inflación que nuestro país lleva sufriendo desde mucho antes del comienzo de la guerra en Ucrania”.