Mi nombre es Delgado, Vicente Delgado. Por Fernando Santiago
Al servicio de Su Majestad el PP, con licencia para espiar. Los servicios municipales de inteligencia destacaron como su principal agente a este singular personaje que a pesar de su provecta edad supo encandilar a las mujeres. Dejó a su Chica Bond en Onda Cádiz como si hubiera dejado a Halle Berry en La Caleta, saliendo de las aguas, a imagen y semejanza de Ursula Andress. Vicente Delgado paseándose por el Campo del Sur, con su camisa hawaiana, como si fuera un antiguo autor de carnaval. Persiguiendo a los malos en el Castillo de San Sebastián con el apoyo incondicional de Money Penny Martínez, su mentora y apoyo. Cualquier tipo de artefacto es bueno para este superagente en lucha contra el mal que encarnan socialistas, comunistas, radicales y desafectos varios. Lo mismo un bolígrafo grabador, que unas gafas con cámara de alta definición. No se sabe si usaba un Bentley o cualquier coche de marca para pasar desapercibido en su incansable labor para defendernos de todos los males. Apatrullando la ciudad con su barba y su pelo blanco a sueldo de una empresa municipal del brazo de cualquier pibón desde Latife Kalaf a Kim Bassinguer, desde una locutora de la televisión municipal a Mónica Bellucci, Denise Richards o Sophie Marceau. El martini removido, no agitado, y el tinto de verano con refresco de limón . En lugar de Q no se sabe si nuestro agente secreto tenía a Bruno o a Romaní con el fin de que le fabrique todo tipo de objetos para el mejor desarrollo de su imprescindible labor. Unas veces había que ir a la tienda de espías de Jerez y otra a la tienda familiar de la calle San Francisco. No hay ninguna factura del Millonario pero no es descartable que el Doctor No González nos sorprenda en fechas próximas con algún otro documento solo para sus ojos. Desde Cánovas del Castillo con amor, Canta un pasodoble otro día, Solo se carga el Ecce Homo dos veces, Foulards para la eternidad son algunos de los sucesos del intrépido agente . En lugar de smoking es probable que Vicente Delgado usara guayabera blanca de manga larga para los actos de protocolo y chaqué negro de alquiler para los pregones, con cargo a las cuentas de Cádiz Conecta, la eficaz empresa tecnológica del Ayuntamiento que echaremos mucho de menos. No se sabe cómo Cádiz pudo vivir 3.000 años sin esa empresa y sus eficaces servicios, su móviles, sus tabletas , sus gastos en ramos de flores y hoteles de cinco estrellas durante los puentes festivos.La realidad supera a la ficción. Fernando Santiago
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