Por una cabeza
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Como el famoso tango. Por 232 votos al final del recuento la izquierda perdió la Diputación y el Ayuntamiento de Cádiz. Así es la democracia. Los mil votos de Podemos y los 1.800 del Ciudadano Lorenzo podían haber cambiado el resultado. Durante toda la noche electoral , desde que iba escrutado el 5% de los votos, la página del Ministerio daba 13-7-7 con lo que los dos partidos de izquierda sumaban para gobernar a pesar de que el PP era el más votado, aparte de que el reparto de diputados provinciales hubiera sido 1-1-1 y el PP no podría alcanzar la mayoría en la Corporación Provincial con La Línea 100x100. Hasta que el recuento llegó al 97%, fue cuando dio el vuelco y pasó a 14-7-6 y 2-1 en diputados. Adelante perdió un concejal y el PP tenía mayoría absoluta. Dicen que fueron dos mesas electorales: la situada en la guardería Virgen del Rosario y la de Aguas de Cádiz, las que dieron el vuelco. Por cierto, el PSOE no debería echar las campanas al vuelo porque la derecha vuelve a hacerse con el poder en la ciudad, por mucho que ellos tengan dos concejales más.
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La cuenta que hace la izquierda para explicar la derrota es la misma que podía haber hecho la derecha: si al PP se le sumasen los votos de Vox, Ciudadanos, Beiro y Belgrano no hubiera sido necesario esperar hasta el útlimo momento. Tanto para la izquierda como para la derecha, el cuento de la lechera. El caso es que ganó el PP
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