El viento y los oleajes vuelven a causar estragos en La Barrosa
Entre la primera y segunda pista de la playa ya comienzan a divisarse los desniveles de casi un metro de altura debido a la continua pérdida de arena
La playa de La Barrosa va en camino de padecer una importante cantidad de arena a causa de los intensos vientos y los oleajes que han azotado esta franja de la costa chiclanera. De momento, entre la primera y segunda pista ya se pueden observar escalones de casi un metro de altura originados por el desgaste que ha sufrido el litoral.
Asimismo, también comienza a resurgir algunas que otras rocas y piedras cerca de la orilla, si bien no de manera tan grave como el pasado año. No obstante, hay que decir que durante este invierno apenas se han producido fuertes temporales, por lo que se teme que lo peor todavía puede estar por llegar. En este sentido, de seguir a este ritmo es más que probable que el Ayuntamiento vuelva a solicitar de nuevo otro aporte de arena en la costa de cara a cubrir las necesidades turísticas con motivo de la próxima temporada veraniega.
Cabe recordar que a principios de enero del pasado año, la playa de La Barrosa presentaba un aspecto desalentador a causa de la gran cantidad de arena que se perdió por los constantes e intensos temporales de lluvia y viento que castigaron duramente a la costa durante prácticamente todas las navidades y hasta febrero.
El fuerte oleaje y las altas mareas contribuyó por entonces a que la playa se convirtiera en una explanada repleta de piedras y rocas que afloraron al desaparecer el manto de arena que las cubrían.
Además, se podían apreciar grandes escalones de tierra que reflejaban la ingente eliminación de arena que sufrió la playa de La Barrosa. Por ello, el Consejo de Ministros aprobó el 16 de abril de este año las obras de emergencia en el litoral. Ya en mayo, se llevó a cabo el vertido de 50.000 metros cúbicos de arena entre la primera y segunda pista con un presupuesto total de 1.400.000 euros, de los que unos 600.000 correspondieron a una primera fase de la actuación en esa zona con arena de una duna fósil de Barbate. Más tarde se realizó la regeneración dunar en el enclave situado junto a los hoteles del Novo.
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