Un juego para recordar y volver a traer esos recuerdos al corazón, para descubrir y redescubrir Chiclana a través de un recorrido por la ciudad, la Banda, el Lugar, el campo y la playa, plagado de atractivos e interrogantes. Con el objetivo de acercarse de nuevo al municipio chiclanero tras su partida, Miguel Virués ha ideado un divertido pasatiempo personalizado para la ciudad, bajo el nombre de Chiclana en juego, una iniciativa que presentó esta semana junto al alcalde, José María Román, la delegada municipal de Cultura, Susana Rivas, y el diseñador del juego, Jesús Bey.

La idea, que surgió hace cuatro años, llevó a Virués a recopilar notas, matices de vocablos solo entendibles por estas latitudes, que iban cayendo en desuso y hasta en el olvido y que pronto se convirtieron en bloques de preguntas y respuestas que contienen en su opción 'saber más' una ampliación de las mismas con un más que notable valor didáctico.

Después de acumular preguntas y respuestas suficientes para una batería adecuada a una primera edición del juego, que puede ser ampliado, vino el asunto del tablero para cuyo diseño se contó con un artista también chiclanero, Jesús Bey Barbosa, y el cómo del juego, sus normas o su funcionamiento interno, entre otros aspectos. Todo ello, preguntas y respuestas, tablero y reglas de juego, ha sido luego sometido a pruebas de impresión y de jugabilidad.

Además, en un primer momento, se pensó que el destinatario de Chiclana en juego fuera un público de una cierta edad, pero el posterior desarrollo lo descubrió como idóneo para muy varias edades.

Durante el acto de presentación del proyecto, Román lo calificó de "muy interesante" porque "cada vez que se hace un juego de preguntas se genera una inquietud y eso hace que la gente vaya conociendo el territorio, porque muchas veces pasamos por una calle y no nos preguntamos por qué se llama así o por qué hay una placa en determinado sitio".

El regidor chiclanero afirmó que "queremos que la gente conozca Chiclana, porque más de la mitad de nuestra población no ha nacido aquí y son personas que no tiene la tradición del boca a boca, pero los nativos tampoco tenemos un cuerpo de un boca a boca muy fuerte, porque hace unos año creíamos que había poca historia que contar. La labor de muchos investigadores ha sacado a la luz mucha historia pasada y nos remontamos a los fenicios. Por ello, este juego generará inquietudes para conocer y cuando se conoce un pueblo, se quiere un poquito más".

Por su parte, Miguel Virués destacó que "este proyecto ha estado en mi mente mucho tiempo y ahora empieza a tomar forma real, física y tangible. Es algo que debe salir a la luz e ir poco a poco separándose de mí para llegar al resto de la gente que ama a nuestra ciudad y la vive tanto o mejor que yo. Soy chiclanero y pasé mis primeros años en la calle Churruca. Luego nos mudamos a la Huerta de las Fresas, estando a caballo entre esa zona y la playa. A los 29 años me fui a Madrid y sigo allí, aunque amo y abandero a la ciudad que me vio crecer y de ahí surgió este proyecto".

Jesús Bey, finalmente, agradeció la confianza depositada en él para diseñar este juego. "Ha sido una oportunidad muy importante, porque estoy empezando ahora en el mundo laboral", destacó, incidiendo además en que "hemos sido un equipo creativo que ha funcionado muy bien".