La ciudad acogió ayer la última jornada de un curso de apuntalamiento de emergencia para edificios en ruinas en el que han participado 20 bomberos procedentes de toda la geografía española. Diez de ellos son de Cádiz y el resto de Murcia, Toledo y Huelva.

Este curso está organizado por la Escuela Nacional de Protección Civil en colaboración con el Consorcio Provincial de Bomberos de Cádiz y se encuadra en uno de los muchos módulos de formación complementaria que estos profesionales reciben para aumentar su capacidad de respuesta en situaciones límite, lo que genera una mayor expectativa de salvación de vidas en caso de emergencia.

En concreto, en este curso que se ha desarrollado del 28 de noviembre al 1 de diciembre, han aprendido cómo actuar en caso de peligro de derrumbe de algún edificio. Las dos primeras jornadas han transcurrido en la capital gaditana, donde han recibido formación sobre como asegurar la estabilidad de un edificio mediante puntales de puertas, ventanas, muros y fachadas.

Posteriormente, en Chiclana se ha desarrollado una de las actividades que mayor riesgo genera para los bomberos, como es el de rescate de personas que se encuentran sepultadas tras un derrumbe. En este caso, han aprendido cómo apuntalar las zanjas que han ido abriendo para poder acceder al lugar donde se encontraba el sujeto sepultado. Este ejercicio se llevó a cabo durante la jornada de ayer en las inmediaciones de Huerta Mata.

Además, ha participado en el simulacro de rescate la Unidad Canina de Rescate, que ofrece una gran colaboración en la localización de cualquier persona sepultada. El delegado municipal de Policía Local, Agustín Díaz, ha resaltado la "importancia que cobra para la ciudadanía que los profesionales del rescate en caso de emergencia se encuentren lo más preparado posible y es un honor para Chiclana que hayan elegido nuestro municipio para albergar uno de los simulacros de mayor relevancia de este curso".