Chiclana

Pablo Alborán 'habla de amor' en Concert Music Festival

Pablo Alborán en Concert Music Festival

Pablo Alborán en Concert Music Festival / MIGUEL GÓMEZ (Chiclana De La Frontera)

Pablo Alborán lo ha vuelto a hacer. El artista malagueño no ha querido faltar a su cita veraniega en Sancti Petri (Chiclana) y ha vuelto a subirse al escenario de Concert Music Festival con su gira de teatros y auditorios. La noche estaba más bonita que nunca, con una radiante luna que quería ser testigo de esta mágica velada, y brillaba con fuerza sobre el Auditorio; donde en unos momentos se iluminaría Pablo Alborán.  

Desde las alturas de las gradas, miles de corazones sentían Vértigo por presenciar en directo a uno de los cantantes más reconocidos de nuestro país. El artista malagueño llegó con su arsenal de éxitos, no solo los que han marcado su carrera, también los nuevos temas que se incluyen en el último trabajo del cantante. En esta crónica quiero que Hablemos de amor, tema con el que arrancó el espectáculo, porque Pablo Alborán es experto en asuntos del corazón. Con una sencillez majestuosa, Pablo Alborán se atrevió a modificar la letra, haciendo un guiño a que “esta noche en Chiclana se habla de amor”.

No hace falta que comente cual fue la reacción de su público, que desde que comenzó la función ya se llevaban una mano al corazón. Completamente embelesados y emitiendo profundos suspiros, el público quedó atrapado por la dulzura del artista, quien continuó con Desencuentros. Como todo un grande, Pablo Alborán se comía el escenario con una calidad vocal e instrumental incomparable.

Desde el patio de butacas no cesaban los piropos. “¡Guapo! ¡Guapo! y ¡Guapo!”, lanzaban sus Alboranistas. Incluso hubo alguien que destacó que “¡Hasta la luna ha salido para ti!”, señalándolo como culpable de la preciosa noche que se reflejaba sobre el cielo de Sancti Petri. Sonriendo se dirigió hacia su público para desearle buenas noches y preguntarles cómo se encontraban. El artista se mostró muy agradecido con quienes “habían viajado y reservado esta fecha para que fuera una noche especial”. Optimista, confesó que “desde que me he levantado esta mañana sabía que lo de hoy sería bonito y por eso voy a dejarme el corazón”. Mientras, entre el público, alguien le gritaba: “¡Bonito eres tú!”.

Dejando la guitarra a un lado, Pablo Alborán se sentó al piano para entonar Ecos, volviendo a modificar la letra para decir “haz que me acuerde de ti, como el mejor despertar en Sancti Petri, que uno pudiera vivir”. El maestro del amor continuó sentado al piano cantando uno de los temas de Vértigo, mientras los amantes se miraban a los ojos y cantaban con él “apriétame la mano, que siempre sea verano y que nuestro amor no dependa de las veces que nos digamos te amo”.

El maestro del amor se convirtió en aprendiz en el arte de volver a conquistar un corazón marchito. Con los versos de Tanto pedía “enséñame a rozarte lento, quiero aprender a quererte, de nuevo”. Y ahora que estaba solo en la oscuridad del escenario, se había dado cuenta que le debía tanto a su público que se hizo grande en el Auditorio con este maravilloso tema. Su voz llenaba cada esquina de Concert Music Festival y se inyectaba en cada poro de la piel, mientras el público aplaudía con gran estruendo.

Ante tanto sentimiento, su público vibraba de la emoción al observar las imágenes y el sonido del mar que acompañaba el tema Miedo. Después de surfear por cada verso, acompañado de su guitarra, el público le gritó: “¡Ese Pablo cómo mola se merece una ola!”.

A Pablo Alborán no se le resiste nada y fue intercalando piano y guitarra durante su función. Subiendo La escalera el artista fue animando la noche con su éxito de Terral. El artista malagueño no había venido solo, le acompañaba “una amiga de la infancia, familia y gente especial”. El cantante aprovechó la ocasión para lanzar un mensaje sobre la amistad, porque “quien tiene un amigo tiene un tesoro y un refugio, porque antes de tener amigos debes tener un lugar a salvo”. Estaba convencido de que el público tenía mucha gente a quien dedicarle la canción que interpretó a capela, Tu Refugio, donde llenó con su voz, sin micrófono, el recinto de Sancti Petri.

Después de la gran ovación comenzó el viaje hacia Saturno, donde “viven los hijos que nunca tuvimos”. Caen algunas lágrimas de emoción, mientras se ilumina el cielo con las linternas de los móviles, al ritmo de unas letras que tratan de entender por qué “tuve tantos momentos felices, que olvido lo triste que fue darte mi alma, lo que tú echaste a perder”.

Más amor construyendo Castillos de arena y dando Pasos de cero, antes de adentrarse en una de las canciones de Vértigo, que trata sobre el momento en que te das cuenta de que quien te amaba no te quería tal como eras. De nuevo sentado al piano, golpeando con rabia cada verso de Si hubieras querido, preguntándole al desamor “¿Cuántos universos hemos inventado? ¿Cuántas vueltas a este cuento le hemos dado? Y mira lo que nos ha pasado. ¿Quién diría que en un día mueren años?”. En una misma canción se vivieron infinitos sentimientos y esta interpretación sublime se consagró como uno de los momentos culmen de la noche.

La función tenía que continuar y lo hizo con Perdóname, interrumpiendo la letra para decirle al guitarrista, entre risas, “la próxima vez que vayas a la playa sin avisarme me enfado”, porque había ido sin él. Continuó con los temas De Carne y hueso, Contigo, Solamente Tú y Prometo, inyectando más amor en vena.

Dicen que un concierto de Pablo Alborán no es apto para corazones rotos, pero se equivocan. La pureza de su voz y el sentimiento en cada verso sanan cualquier herida. El público comenzó a vibrar con los temas más dinámicos como Tabú y La fiesta, levantándose de sus asientos para seguir bailando al ritmo de Carretera y manta, su nuevo trabajo.

Más sorpresas cuando invitó a subir al escenario a la cantante Marta Soto, a la que “desde que la escuché me hizo desconectar de los problemas”. Juntos y cómplices, interpretaron No fue culpa de nadie antes de fundirse en un abrazo para despedirse. La noche iba llegando a su fin y preguntando “quién abrirá la puerta hoy para ver salir el sol”, se entregó a su éxito Quién, desafiando con que “No te atrevas a decir te quiero”. El público continuó cantando Te he echado de menos en todo este tiempo, ya que hacía un año que no disfrutaban de su música. La espera mereció la pena para disfrutar del reconocido artista malagueño que no quiso marcharse sin antes poner en pie al público con Llueve sobre mojado en Concert Music Festival.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios