Los responsables del Centro de Recursos Ambientales Salinas de Chiclana y Alema Turismo, Francisco Flor e Inma Salado, y del Aula de la Naturaleza Huerta del Novo, Inmaculada Gómez y Juan Luis Guillén, recibieron este lunes los diplomas que acreditan a estas instalaciones, un año más, como Centros Azules, distintivos aprobados por la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC). Asimismo, el alcalde de Chiclana José María Román entregó el distintivo azul al sendero ubicado entre los hoteles Riu Chiclana y Royal Hideaway Sancti Petri.

El CRA Salinas de Chiclana recibe el distintivo por undécima ocasión, mientras que es la duodécima vez que lo logra el Aula de la Naturaleza. De esta forma, ambas instalaciones cumplen el principal requisito para convertirse en Centro Azul, en un municipio con playas Bandera Azul como es el caso de Chiclana: la existencia de un centro de visitantes, aula de mar o de naturaleza que incluya entre sus objetivos y actividades la educación ambiental sobre los ecosistemas litorales y el desarrollo sostenible, así como ofrecer información específica y actividades relacionadas con el Programa Bandera Azul. El municipio que quiera optar a esta distinción debe presentar un dosier justificativo de su propuesta, así como, al año siguiente, la memoria anual de actividad, junto con su candidatura Bandera Azul, para justificar el mantenimiento de su condición como Centro Azul en años sucesivos.

Por otro lado, los senderos azules son itinerarios que enlazan, atraviesan o parten de playas, puertos o centros de interpretación que han sido galardonados con la Bandera Azul. La voluntad es la de fomentar la conexión de la red de lugares con Bandera Azul mediante senderos que ayuden a poner en valor espacios naturales y de interés cultural y patrimonial cercanos a playas que cuenten con Bandera Azul. En este caso, el Sendero Azul Novo Sancti Petri se desarrolla sobre unas dunas estabilizadas profusamente vegetadas con especies autóctonas, así como fauna, que viven en arbustos y pinos. Se puede disfrutar de vistas magníficas, finalizando el sendero en la Torre del Puerco, utilizada como observatorio del corredor migratorio de más de 15.000 espátulas que cada año pasan por La Barrosa provenientes de los Países Bajos y con dirección a África.