La de este domingo era una de las jornadas marcadas en rojo en el calendario de los aficionados. El sorteo quiso emparejar el mismo día a un buen puñado de gallitos de diferentes modalidades y la noche se saldó sin claros vencedores. Gustaron, aunque sin llegar a enamorar, Pardo, Rivero y un renovado Manolo Santander y sorprendió la buena chirigota Ojú que cabeza tengo, que se enfrentó con mucho arte al desangelado ambiente del final de sesión.

Comienzo por todo lo alto con una de las agrupaciones más esperadas cada año, el coro de Julio Pardo. Mostraron, como siempre, un gran conjunto de voces, pero no dieron esa sensación de grandes dominadores de la modalidad de años atrás y, al menos de momento, El batallón de la libertad es sólo una más en la carrera por los premios. A ver que ofrecen en próximos pases.

Luciendo tipo sin vergüenza y cantando en recuerdo de su compañero Choche Gutiérrez, fallecido el pasado año en accidente de tráfico, llegó la chirigota de Toni Rodríguez, Los Iniesta de Frankfurt, y tras ellos la buena comparsa barbateña Divas, que agradó a ritmo de gospel. La discreta chirigota Los fuera de sitio, que llevó al extremo su tipo de viejos verdes, precedió sobre las tablas a la comparsa de Luis Rivero, Boludos. Propuesta innovadora aunque en ocasiones demasiado lejos de lo que se espera en las tablas del Falla, con más elementos de musical que de comparsa. Su buen grupo de voces y su afinación les salva, aunque las sensaciones no fueron del todo positivas.

Discreto fue el regreso de Antonio Beiro al Falla con Las niñeras mágicas gaditanas y tampoco estuvo a la altura la comparsa barbateña La diosa fortuna. En estas, un submarino amarillo se coló en el Falla para recordar que a Manolo Santander aún le quedan muchas cosas que decir. Sus pasodobles recuperaron el característico pellizco de otros años y su simpático repertorio les coloca entre las agrupaciones a seguir. Sale a flote este submarino.

Para concluir, la comparsa Los de la Tierra Santa trató con demasiadas estridencias el conflicto palestino-israelí y la chirigota Ojú que cabeza tengo sorprendió con un repertorio digno de cuartos como poco. Si existe justicia en este Concurso volverán a cantar este año ante una grada menos desierta. De momento dejan uno de los mejores cuplés oídos hasta la fecha, dedicado al jartible de Cristiano Ronaldo. Adiós con una sonrisa pintada en la cara a la espera de nuevas coplas justo antes de entrar en la recta final de estas largas preliminares.