EN ANDALUCÍA existe una ONG llamada AAA, que no es la famosa Triple A, sino las siglas de Asociación de Aburridos de Andalucía. Son gente que no tiene nada que hacer e inventa historias, conspiraciones y tramas que dejan a Dan Brown y su Código Da Vinci a la altura del Micho I. Esta gente cree que en el Carnaval existe La Mafia y que esta organización controla todos los aspectos del concurso. Esta gente cree de verdad que la Mafia toma en Cádiz varios nombres; Julio pardo, Canal Sur, la Junta de Andalucía, el Diario, etc, etc.

La cosa, queridos socios de la AAA es más simple de lo que parece; unos años ganan unos y unos años ganan otros, y los que ganan casi siempre es porque se lo suelen merecer. Si este año, por ejemplo, han entrado en la final dos chirigotas con autores sevillanos hay que oír las tonterías de que Canal Sur ha mediado en ello para captar audiencia en Sevilla. En cambio, si llega a entrar mi chirigota se hubiera hablado de enchufe corporativo del Yuyu o de Sánchez Reyes y el Diario de Cádiz. Pa mear y no echar gota. Las que han estado en la final han estado porque son las que el jurado ha querido y punto. Otra cosa es que cada uno, como aficionado, no comparta esa decisión el jurado, pero créanme que no hay nada más. La Mafia en carnaval, como organización premeditada, como maquinaria controladora, no existe. Puede existir algún que otro individuo con pretensiones "alcaponescas" que caen por su peso por su inutilidad para llevarlas a cabo. En otras épocas no sé si existió La Mafia carnavales. En la que me ha tocado vivir, y ya son varios años metidos en esto, no la he visto. Los años que me ha tocado quedarme fuera no he visto nunca manos negras detrás de esa decisión y los años que he entrado, tampoco ha habido presiones de nadie para que un servidor estuviera dentro. Ahora usted si quiere se lo cree o no. Ni radios, ni ayuntamientos, ni entidades, ni prensa colocan a su antojo agrupaciones en las finales. Al final todo depende del gusto de los de la tarjetita en el palco. Unos años son de gusto exquisito y otros años tienen menos gusto que un polo de apio, pero ya está. A acatarlo y se acabó. El problema es que los de la AAA sobrevaloran hasta límites insospechados el poder de un funcionario de la junta, un redactor de un diario, un guionista de televisión, un empleado del ayuntamiento o un locutor de radio. Les aseguro que son simples curritos, con menos poderes que el abuelo de Superman después de tomarse una Viagra de Kryptonita. Es una pena, porque esta gente tiene más imaginación que los que escribimos en carnaval. A ver si un añito de animan a salir.