Sara Carbonero vuelve a veranear en su rincón secreto de Cádiz: “Donde la magia sucede”

Tan inspiradora y bohemia como siempre, la periodista Sara Carbonero ha vuelto a compartir su álbum de fotos vacacionales más personal, a través de su Instagram. En esta ocasión, han sido pequeñas píldoras de felicidad junto a sus amigas, entre ellas, su inseparable Raquel Perera, desde su rincón secreto de Cádiz.

La periodista ha derrochado estilo con su look ‘boho’ del verano en una de las playas más mágicas de la costa de Cádiz. Un rincón secreto que le hace regresar cada verano para vivir en primera persona los más mágicos atardeceres de la costa y relajarse junto a las aguas más turquesas.

Tal y como sucediera el verano pasado, Sara Carbonero ha vuelto a su rincón favorito: Roche. Un lugar “donde la magia sucede”, en palabras de la propia presentadora acompañando a las imágenes que reflejaban los momentos más felices de su escapada a la costa gaditana. Y para magia la que desprende ella, como así le han respondido en algunos comentarios, destacando además la luz que tiene la periodista.

Una luz que combina perfectamente con la que tiene Cádiz, sobre todo durante la puesta de sol. Porque sí, Sara Carbonero es una enamorada de los atardeceres de la costa gaditana y, cada vez que visita este mágico lugar aprovecha para inmortalizar su paso por esta playa durante este momento tan especial de la tarde.

Calas de Roche: el rincón secreto de Sara Carbonero

Atardeceres, paseos en la orilla y baños en el mar al refugio de los acantilados. Estas son algunas de las características que hacen especial las calas de Roche. Sara Carbonero parece tenerlo claro y ha señalado este mágico rincón de la costa gaditana como un imprescindible de sus vacaciones de verano.

Ya el verano pasado se refugió en este pequeño paraíso de Conil tras los rumores de ruptura con Nacho Taboada; y este año, lo hace enamorada y en compañía de su actual pareja, José Luis Cabrera, con quien comparte su primer verano en Cádiz; y con sus hijos, Martín y Lucas. Por su carácter discreto y reservado no es de extrañar que la periodista elija este lugar tan íntimo de Roche, como son sus calas, para disfrutar de momentos de felicidad junto al mar en la más absoluta privacidad.