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Hay un lugar de la Costa de Cádiz donde reina el silencio y en el que cualquiera pasa desapercibido. Un rincón donde la calma y la tranquilidad se apodera de cualquiera, gracias su entorno natural envidiable. A medio camino entre Chiclana de la Frontera y Conil se encuentra Roche, una urbanización donde, además de sus casas, el verdadero lujo es el silencio.
A diferencia de otras urbanizaciones de la Costa de Cádiz, esta en concreto está pensada para el descanso de las familias y para respirar el aire puro que desprende sus pinares cercanos al mar. Roche cuenta con vigilancia privada, acceso directo a la playa y a senderos sobre acantilados que te llevará a contemplar las vistas más espectaculares.
Escondida entre pinares y acantilados, descubrirás esta urbanización con villas de lujo que destaca por su ambiente familiar y discreción. Un lugar en el que actores, influencers, periodistas o políticos, entre otros, bajan a la playa con su nevera y sombrilla o pasean en bicicleta como uno más. Famosos como Sara Carbonero o Miguel Ángel Silvestre han sido algunos de los que han pasado desapercibidos en verano en esta zona que combina campo y playa.
Probablemente una de las razones de éxito de este rincón tan especial de la costa gaditana es que aquí no hay restaurantes, bares de copas o clubs. Es decir, hay poca vida social, más pensada para disfrutar del turismo de sol y playa, de una manera más privada al alojarte en las villas de la zona.
Aún así, Roche cuenta con pistas de tenis, pádel, fútbol y baloncesto. Además, hay un puerto deportivo cercano y campos de golf en Novo Sancti Petri. Se aleja de lugares saturados como Chiclana y Conil, valorándose el descanso, pero lo suficientemente próximo para poder disfrutar de todo lo que ofrecen ambas localidades.
La playa de Roche es la principal, sin embargo, esta zona cuenta con calas escondidas en las que podrás disfrutar de una mayor privacidad. Estos rincones son ideales para cuando sopla el viento de levante, pues podrás refugiarte de él bajo el abrigo de sus acantilados. Más allá de disfrutar de todo lo que te aporte este refugio de arena y mar, deberás saber que también podrás recorrer sus acantilados a través de un sendero.
El tramo consta de 1.800 metros de longitud y se localiza entre el Faro de Roche y la urbanización que lleva el mismo nombre. Gracias a su perfil irregular, erosionado y modelado con entrantes y salientes, este entorno se convierte en un paisaje muy singular. Este tramo forma parte del Corredor Migratorio La Barrosa-Cabo Roche, donde podrás observar el paso de la espátula común entre la Península Ibérica y África.
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