Los jugadores del Cádiz estaban dolidos por la descalabro sufrido en casa frente a una Real Sociedad que se mostró muy superior al conjunto amarillo. Tanto que ganó sin despeinarse. La plantilla cadista abogaba por superar cuando antes la derrota y pensar en las dos finales que restan para lograr la permanencia. Los integrantes del plantel saben que la salvación está en sus manos y que dependen de ellos mismos. Cualquier error a estas alturas de la película trasladaría el futuro cadista a los resultados que se den en otros estadios.

La explicación que los jugadores del Cádiz encontraban ante el tropiezo sufrido en el fortín de Carranza era que enfrente tuvieron al líder de la competición, que la próxima temporada estará en Primera División. Nadie cuestionó la superioridad del conjunto vasco y volcaban sus pensamientos en el siguiente desplazamiento, en el que ya no caben más excusas.

Hay que ir paso a paso y lo primero es "sumar los tres puntos en Huesca; hay que intentar ganarles para hundirles y estar nosotros más tranquilos", comentaba Jaume Costa.

Abraham tenía muy claro tras perder con los donostiarras que el partido que verdaderamente importa ahora "es el de Huesca; si ganamos allí las cosas se nos pondrán muy bien".

"Nos quedan dos finales y vamos a ir a por todas a Huesca", señalaba Víctor Ormazábal. De la misma opinión era Dani Fragoso, que reconocía que los dos primeros goles recibidos frente a la Real Sociedad llegaron por "errores nuestros". "Tenemos que seguir peleando. Estamos fuera del descenso y tal como se ha desarrollado la temporada, todos firmaríamos estar como estamos ahora antes de los dos partidos decisivos que son finales", afirmaba Raúl López.

La plantilla parece concienciada de lo que se juega. Ahora tiene que demostrarlo sobre el terreno de juego.