El Cádiz CF clausura la cadena de partidos consecutivos en el estadio Ramón de Carranza –el tercero seguido entre la Liga y la Copa del Rey- con una cita de sobremesa frente al Reus que inaugura la 13ª jornada. El duelo está fijado para las cuatro de la tarde del sábado.

El buen momento colectivo e individual abre el melón de las dudas sobre la posible alineación que desplegará el entrenador, Álvaro Cervera. El técnico tiene disponible a todos sus hombres con la única excepción del capitán Servando, lesionado desde el partido copero contra el Tenerife disputado hace un par de meses, además de Juan Hernández, baja permanente durante todo el curso.

La lógica apunta a que el técnico recurrirá a la base sobre la que se suele sustentar el equipo aunque quizás con ligeras modificaciones en relación con el once que comenzó el envite ante el Elche. ¿Entrará de inicio Salvi, mejor jugador de la pasada jornada después de la exhibición que dio hace seis días en los segundos 45 minutos? ¿Es el turno de Dejan Lekic tras su asombrosa demostración de calidad y eficacia? Si Cervera se inclina por ellos, ¿a quién deja fuera? ¿Sacará un doble pivote o un trivote? El once es un misterio hasta última hora.

El partido destapa un interrogante más en su prólogo. ¿Se verá al Cádiz discreto de la primera mitad del pasado domingo que se fue al descanso por debajo en el marcador al ser incapaz de tirar a puerta? ¿O saldrá de nuevo a la luz el brillante equipo que barrió sin piedad a su adversario en la reanudación?

El equipo amarillo encara la oportunidad de completar una trilogía de victorias en su feudo después de batir al Espanyol (2-1) en la ida de los dieciseisavos de final del torneo copero y destrozar en pedazos al Elche (5-1) con una manita fabricada en una esplendorosa segunda parte que será recordada durante mucho tiempo. Un éxito más le vendría de perlas para confirmar su evidente mejoría.

La escuadra gaditana comparece una semana más ante su fiel hinchada con el reto de mantener su cotización al alza, la que le llevó a zafarse de las crueles garras del descenso –después de tres semanas se preocupante atasco en el pozo- hasta ubicarse en una 12ª posición que le permite afrontar el presente y el futuro con algo más de tranquilidad. Pero ojo. El Reus anda muy cerca: en el 16º puesto con 13 puntos, sólo un menos que el conjunto que ejerce de anfitrión. Desde donde está  situado el cuadro amarillo hasta el vigésimo sólo hay una escasa diferencia de tres puntos.

Ahora que por fin ha salido de los bajos fondos de la tabla, el objetivo inmediato que el Cádiz se pone entre ceja y ceja es abrir hueco para dejar muy atrás el sótano. La prioridad es evitar el más mínimo sufrimiento que tenga que ver con las tinieblas de Segunda División B –no quedan muy lejos los seis años de condena en la categoría de bronce-.

Una victoria conduciría a los gaditanos hasta los 17 puntos y casi con toda seguridad a algún escalón más alto del que ahora ocupa. En el mejor de los casos podría finalizar la jornada en la séptima plaza siempre que se quede con el triunfo y fallen los rivales que están justo por encima.