A un delantero enrachado no debe tocarlo ni el viento. Y Bartholomew Ogbeche ha perdido el equilibrio estos últimas días en más de una ocasión. "Fue una semana agitada", resumía ayer el nigeriano celebrando el paso de un nuevo domingo a un nuevo lunes.

El máximo goleador del Cádiz fue expulsado hace dos sábados en Castellón, según el árbitro, por dar un "manotazo en la cara a un rival" llamado Xisco Campos. El martes siguiente, el pasado martes, el Comité de Competición de la RFEF, ateniéndose tan sólo a lo escrito por el colegiado madrileño Del Cerro Grande en el acta, le castigaba con cuatro partidos de sanción y al africano se le venía el mundo encima. "Me parece una barbaridad y una injusticia", protestó tambaleándose el miércoles en la sala de prensa de El Rosal.

El jueves, Apelación tenía en cuenta el recurso de los servicios jurídicos del Cádiz y le indultaba, entrando Ogbeche en la historia cadista por un tema de despachos. El viernes y el sábado entrenaba libre de pecado y Javi Gracia sorprendía el domingo dando entrada en el equipo titular a Diego Tristán en detrimento suyo. Una semana agitada...

"No hemos sido pesimistas", afirmaba ayer Ogbeche recordando el día en el que confesó que tenía esperanzas en que minara su castigo a través del recurso que iba a presentar el Cádiz ante el Comité de Apelación. "Y no hay que darle importancia a mi suplencia, el patrón es el que decide y yo tan sólo me centro en dar lo mejor de mí", añadía respetando "con profesionalidad" la decisión del entrenador navarro.

"Me pongo muy contento cuando pienso en que me han quitado los cuatro partidos de castigo. A mí me vino muy bien y para el club es perfecto, llevaba muchos años sin ganar recursos. Ojalá todo cambie a partir de ahora", decía optimista. "Hubo una disputa, pero nunca una agresión", añadía defendiendo su postura una vez más, eternamente.

Ogbeche hacía en frío una valoración del encuentro entre Cádiz y Betis del pasado domingo: "Un punto es un punto, pero merecimos la victoria, por el esfuerzo que hicimos y porque controlamos el partido desde el principio. De todas formas, hay que valorar el empate en su justa medida, lo hemos logrado ante un rival que sí o sí está obligado a luchar por lograr el ascenso a Primera".

El último delantero en llegar a la plantilla de Javi Gracia está mojando más que nunca, pero aún no quiere lanzar las campanas al vuelo, que diría el tópico. "Estoy disfrutando de un buen momento, pero no es el mejor de mi carrera. Ojalá en el mes de junio pueda decir que ha sido mi mejor temporada, ojalá. Desde luego, con la actitud del último encuentro debe llegar la tranquilidad. Y una vez que estemos tranquilos, podremos mirar más arriba y luchar por ser uno de los tres equipos que logren el ascenso", dejaba caer.

"Perder hubiera sido un palo muy duro, muy duro. Algo muy injusto, teníamos el partido controlado. Lo que pasa es que el Betis es un equipo grande y los equipos grandes te llegan poco y te meten gol", explicó.

Ogbeche lleva cuatro goles en lo que se lleva de temporada, pero también cuatro cartulinas amarillas. Una más y será catigado de verdad. No le salvará ni el renovado servicio jurídico del Cádiz ni el Comité de Apelación. "Ahora tengo que tener cuidado con mis movimientos, pero seguiré disfrutando. Voy a tener que jugar con las manos en los bolsillos", concluyó de nuevo ilusionado.