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Los ruidos del silencio

  • Los amarillos toman la palabra en el campo para buscar una importante victoria contra un rival directo con la que aliviar las penas y mantener el pulso en las primeras posiciones

No llega en el mejor momento para el Cádiz la cita contra el Cartagena, un rival directo en la lucha por las posiciones de la zona noble de la clasificación. La inesperada derrota el pasado día 1 en el campo del Sevilla Atlético (2-1) -equipo ubicado en la parte baja-, la inestabilidad económica e institucional que atenaza al club y la presión añadida que suponen las victorias del líder Albacete y La Hoya Lorca -segundo en la tabla- convierten el encuentro de esta tarde noche (a partir de las ocho y media en el estadio Ramón de Carranza) en un compromiso más importante de lo que parece cuando el ecuador de la competición está a la vuelta de la esquina. Una jornada más, el entrenador no podrá contar con los laterales izquierdos Andrés Sánchez y Tomás. Los demás jugadores están disponibles en principio. Agné deberá hacer un descarte entre los 17 jugadores que llegan en condiciones al choque.

El lío que gira en torno a la propiedad de la entidad cadista no ayuda lo más mínimo en el vestuario. Todo lo contrario. La plantilla acumula dos meses sin cobrar y en las últimas semanas se ve abocada a trabajar sin ver un euro, sin saber cuándo va a percibir sus salarios, con los ojos bien abiertos y los oídos afinados a la espera de novedades. Hace justo una semana se producía la subasta que derivaba en la adquisición del paquete de acciones de Antonio Muñoz por parte de Locos por el Balón SL, la sociedad administrada por Juan José Pina, padre de Quique Pina. Sinergy, que no había pagado el segundo plazo al empresario cordobés y adeuda dos nóminas a los futbolistas, se queda sin las acciones pero se resiste a tener que dejar el club.

En medio de esta incertidumbre, la plantilla ha asistido atónita en los últimos días a los movimientos de las dos partes implicadas, la que llega y la que no se resigna su marcha. De ambos lados han trasladado mensajes de tranquilidad, de que habrá solución a los problemas económicos, aunque Sinergy ha tenido tiempo de sobra para pagar y no lo ha hecho en su momento ¿Quién manda ahora en el club? se habrán preguntado los jugadores, que tratan de centrarse en cuestiones deportivas pese a las piedras que aparecen en el camino. Los jugadores optaron por el silencio entre tanto enredo institucional y hoy hablarán sobre el campo con lo que mejor saben saber hacer: jugar al fútbol. Ganar es lo que hoy importa para poner un poco de calma en la tempestad. Un triunfo alegraría la vida a una afición sobre la que también pesa la incertidumbre sobre el futuro de la entidad.

El fútbol emerge en un choque de altos vuelos entre dos equipos que no quieren perder la estela del líder. El Albacete se ha ido a los 39 puntos, ocho más que el Cádiz y seis por encima del Cartagena. Es el conjunto gaditano el que quedaría más lejos del primer puesto en caso de perder hoy en casa. Por tanto, el peso de la presión aprieta a un equipo amarillo obligado a buscar una victoria relevante en este punto de la competición. Una victoria que serviría de una evidente utilidad porque además de no perder de vista al cuadro manchego valdría para rebasar a la escuadra entrenada por Luis García Tevenet. El técnico ya amargó al cuadro gaditano la pasada temporada, cuando guió al UCAM Murcia al empate cosechado en Carranza después de dominar por 0-2 antes de la reacción de los locales.

Los pupilos de Raúl Agné parten con la ventaja de la credibilidad que les otorga la casi impecable trayectoria que mantienen en su feudo desde el comienzo del curso. El Cádiz ha ganado todos los partidos que ha disputado en casa (ante Guadalajara, Algeciras, El Palo, Arroyo, Almería B, Balona y Granada B) salvo el empate cedido frente a la sorprendente La Hoya Lorca en el único envite como anfitrión en el que se ha quedado sin ver puerta. Ha marcado la nada despreciable cantidad de 17 goles (una media de 2,1 por partido) y sólo ha recibido tres (0,3 por encuentro). Los números hablan por sí solos del potencial del equipo amarillo en su estadio, aunque el rival que hoy es de los más fuertes del grupo IV. Se trata, a priori, del examen más difícil hasta la fecha en casa.

Una semana más, Agné apenas dispone de margen de elección a la hora de diseñar la línea defensiva. Con las bajas seguras de Andrés Sánchez y Tomás en el lateral izquierdo, el central Josete es una vez más la alternativa en ese costado de la zaga, con Fran Pérez y Belfortti como únicos inquilinos del eje de la retaguardia y Ceballos una jornada más en el lateral derecho.

Nafti, Jorge Luque y Mikel Martins se repartirán dos plazas en la medular, con más posibilidades para los dos primeros. En las bandas ocurre algo parecido, con tres claros aspirantes para dos puestos: Kike López, Perico y Kike Márquez. En punta, un día más el protagonismo será para Juan Villar y Airam Cabrera. Entre los dos suman 17 goles, una cuenta que tratarán de engordar en una cita relevante.

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