El silencio que se había instalado en el vestuario del Cádiz ante el monumental lío institucional en el que se halla inmerso en club, además de los dos meses de impago, lo rompió ayer el entrenador, Raúl Agné, que compareció en rueda de prensa en el estadio Carranza -antes de la sesión de trabajo desarrollada a puerta cerrada- para ofrecer sus impresiones acerca del partido contra el Cartagena, un choque entre dos escuadras instaladas en la zona noble de la clasificación que tienen en común el objetivo del ascenso a la categoría de plata. El técnico, como era lógico, se refirió al encuentro aunque no eludió las preguntas relacionadas con los asuntos que van más allá del ámbito deportivo y son actualidad en los últimos tiempos. De hecho, llegó a decir que la tranquilidad "no existe en este club".

El vestuario trata de llevar la incertidumbre lo mejor posible. "Estamos lo mejor que podemos, al margen de otros asuntos y centrados en el duelo ante el Cartagena después de una semana larga", apuntaba el preparador cadista. El equipo no jugó el pasado domingo y lo hará hoy nueve días después del anterior compromiso frente al Sevilla Atlético. Agné confirmaba que tiene a disposición a todos sus jugadores salvo a los laterales izquierdos Andrés Sánchez y Tomás.

El antecedente más cercano del Cartagena es el partido de la Copa del Rey contra el Barcelona -disputado la noche del pasado viernes en el Cartagonova-, en el que el cuadro albinegro mostró una doble cara, una con una primera parte en la que ejerció una presión asfixiante sobre su rival -llegó a ponerse por delante en el marcador-, y otra en la segunda en la que esperó en su terreno al conjunto azulgrana. El entrenador del Cádiz señalaba que espera encontrar hoy las dos versiones del equipo visitante. "Espero al de la primera mitad y al de la segunda, a los dos, por momentos nos presionará, pero también nos esperará". Es consciente Agné de que el de hoy se presenta como un encuentro complicado, primero porque en el fútbol no hay adversario sencillo y segundo porque se trata de un rival que, al igual que los amarillos, se mueve en la parte alta de la tabla. Así, explicaba del Cartagena que "se trata de un equipo que va haciendo y haciendo durante el partido y sabe esperar su oportunidad, tiene un bloque que está por encima de las individualidades".

No siente más presión el entrenador por las victorias del Albacete y La Hoya, que cobran ventaja en la clasificación a la espera de lo que hoy hagan Cádiz y Cartagena. "No hay más presión, es el partido que toca jugar, se dan más cosas que en un partido en sí. Empezamos a mirar el goal average y situaciones como ésta, nos medimos a un equipo que, con nosotros y otros, vamos a estar arriba en la tabla".

"Albacete y La Hoya Lorca, llevan una marcha inmaculada, están por encima de los demás y hay dos equipos -en alusión al Cartagena y al Cádiz- que estamos a la estela. El que toca ahora es un partido bonito, seguiremos en puestos de play-off y tenemos la oportunidad de recortar puntos a los que están más arriba", subrayaba el aragonés.

El análisis deportivo daba paso a las cuestiones sobre los problemas que azotan a la entidad cadista, entre ellos las dos nóminas pendientes de pago por parte del club. Agné no ocultaba el estado de incertidumbre que reina en el vestuario, algo que trata de afrontar desde la calma. "Esto es algo que nos enseñan en el curso de entrenadores, es una obligación gestionar esta situación que hay que encarar desde la tranquilidad, esto es algo que se solucionará, espero que se solucione lo más pronto posible".

Todo lo que está ocurriendo en los últimos tiempos en el Cádiz "no ayuda al ambiente que se crea alrededor del club, no sólo del equipo", añadía Agné, que reconocía que desde Locos por el Balón -sociedad que adquirió las acciones de Antonio Muñoz en la subasta celebrada hace justo una semana- se han dirigido a él para transmitir un mensaje de tranquilidad. "Sí", se limitaba a afirmar el técnico de manera seca y tajante cuando era preguntado al respecto.