Estoy asombrado
Los rostros de la 'guerra'
Hace dos años y siete meses comenzó un conflicto con demasiados intereses ocultos que tiene al club en el centro de todo e inmerso en una espiral judicial que genera incertidumbre
El 3 de diciembre de 2013, a las 9:25 horas, Carlos Medina Lapieza entraba en la Notaria de Carlos Cabrera. Faltaban cinco minutos para que se celebrara la subasta pública del 49,5% de las acciones del Cádiz CF SAD, en propiedad del ex presidente Antonio Muñoz Vera. Veinte minutos más tarde, el periodista y director de Línea 6 salía del notario, tras firmar la adquisición del paquete accionarial. Locos por el Balón ya estaba en el Cádiz.
El inicio de la guerra judicial Sinergy-Muñoz tuvo su origen en una fría mañana que se fue calentando en la misma medida que lo ha hecho un proceso que, hasta el primer corte -el de ayer-, se ha alargado durante dos años y siete meses.
Muchos rostros en una historia con luces y sombras. Quique Pina y José María del Nido detrás de la aparición y maniobra inicial de Locos por el Balón; los De Bono, Silvestrini y Gaucci, a la expectativa de lo que empezaba a cocerse en los juzgados y que pusieron en manos de Enrique Zarza -un abogado peculiar-, que al final cuenta con una importante cuota de mérito en la sentencia de ayer.
Un club que, hace dos años y siete meses, se debatía entre ser de uno o de otro bajo la presidencia de un Florentino Manzano que también recibió palos de los italianos. Un apoderado que se fue con los deberes bien hechos; un Vizcaíno que asumió la poltrona antes de que su 'separación' de Pina fuera un hecho..., ahora con marcha atrás del murciano. Un Pina que buscó en David Buitrago un arma arrojadiza contra el sevillano.
Todo ello con Antonio Muñoz. Una persona que tiene la habilidad de 'dar' la entrada y la salida y que aunque por las oficinas del Carranza pasen dirigentes y más dirigentes, dueños y más dueños... al final siempre está él.
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