Estoy asombrado
Estoy asombrado
Resulta que estoy leyendo un libro de física de un autor italiano, Carlo Rovelli, que me está dejando asombrado o, mejor dicho, admirado de como Dios hizo el mundo. Vivimos sin darnos cuenta de lo que fue la Tierra y el Sol y de lo que serán dentro de millones de años. Más, sobre todo, el papel que desempeñan el hombre y las demás criaturas que pululan en el firmamento. Porque opina que todos los seres vivos partieron de un solo punto y origen, para luego bifurcar y ramear en tantas especies. Por tanto, no es que el hombre descienda del mono, sino que todos los seres que pululan sobre la Tierra tienen un origen común y de él salieron todas las especies que se desarrollaron independientemente unas de otras.
Vivimos en un planeta que da vueltas a una estrella llamada sol y que es una más de una inmensa nube formada por cien mil millones de estrellas integradas en lo que se llama galaxia. Pero es que además allá arriba no solo existe nuestra galaxia, sino que hay millones de galaxias. Teniendo en cuenta que cada estrella tiene varios planetas, resulta que en el llamado cielo hay cientos de miles de millones de ellos. Y todos y todas jugando una fantástica armonía. No cabe en mi intelecto tanta grandeza y tanto milagro.
Dice el físico citado que si miramos hacia arriba podemos ver un punto negro que es la imagen de una galaxia con cien mil millones de soles parecidos al nuestro. Y hay miles y miles de puntos negros. Es para volverse locos. Y, sobre todo, que no cabe en tu cabeza tanta maravilla. Y además resulta que alrededor de cada galaxia hay un gran halo de materia con una gran fuerza gravitatoria que atrae a las estrellas y desvían la luz
Existen también los llamados agujeros negros formados por estrellas que han colapsado, de manera que la materia de estas estrellas se precipita hacia el interior aplastada por su propio peso y desaparece de nuestra vista. Dice que si el sol deja de arder (que llegará su día), tendría un diámetro de cerca de kilometro y medio. Pero no se para la cosa, sino que una vez comprimido, rebota y empieza a expandirse de nuevo, como una ola en el mar. Así pudo nacer nuestro mundo y haber nacido de una fase anterior. ¡Para volverse loco!
Me subo a la azotea de mi casa y solo veo oscuridad. Las estrellas han desaparecido, aunque me consta que están allá arriba. Pero a pesar de no verlas me imagino y deseo tener mayor fuerza para lograrlo. Hay millones de planetas similares al nuestro, pero a distancias astronómicas. Si el hombre tardó siglo y medio en ir de Europa a América, ¿cuánto tardará en llegar a otro planeta? ¿Y qué encontrará allí? Ni siquiera la imaginación puede descifrar el enigma.
P.D. Estamos en una galaxia con cien mil millones de soles. Pero ¿quién ha hecho tanta maravilla? Y si mi alma, como decía el filósofo Sócrates medio siglo A.C., es inmortal, ¿dónde estará? Allí en mi azotea sueño (eso sí puedo) que Dios todo lo creó y todo lo organizó. Y estoy seguro que también estaremos con Él toda la eternidad.
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