La primera pelota de partido

El fútbol es imprevisible. La jornada recién terminada se presentaba propicia para los inmediatos perseguidores del líder. La Balona -segunda con dos puntos menos- jugaba en casa ante La Unión y el Lucena -tercera tres puntos por detrás del primero- sumaba tres puntos gratis sin tener que vestirse de corto ante el retirado Villanueva Promesas. El Cádiz, sin embargo, tenía que visitar al Villanovense, uno de los equipos más en forma del grupo.

Con el aliento en el cogote de los rivales directos, el cuadro gaditano sumaba una victoria que vale su peso en oro más allá del pobre juego desplegado en el Municipal Romero Cuerda. Lo que cuenta es el triunfo en este punto crucial del campeonato. La cuestión es que el Cádiz empezaba la jornada dos puntos por delante del siguiente en la tabla y la terminaba con tres de ventaja sobre el segundo (Lucena) y cuatro de diferencia sobre el tercero, puesto al que baja la Balona tras empatar en La línea frente a la escuadra murciana.

La diferencia adquirida por los amarillos les pone en bandeja la consecución definitiva del primer puesto. Seis puntos le bastan al conjunto entrenado por Jose González para ser campeón, además de los tres que ya tiene garantizados en la última jornada en la que no tendrá que jugar contra el extinto Polideportivo Ejido.

De hecho, el Cádiz tendrá, el próximo fin de semana, la primera posibilidad de certificar de manera matemática su pase al play-off como líder del grupo IV, con el privilegio que ello supone para encarar el reto del regreso a Segunda División A. Para hacer efectivo el match ball deberá imponerse en casa al Lorca Atlético y esperar a que el Lucena pierda en su feudo ante el Betis B y la Balona no gane en su visita al Cacereño.

A priori parece una jornada propicia para los intereses cadistas, pero después de lo visto el pasado domingo puede pasar de todo. El Lorca Atlético pisará el césped del estadio Carranza agobiado por las necesidades clasificatorias, con un solo punto por encima de los puestos de promoción y descenso. Los lorquinos se juegan la vida y no lo pondrá nada fácil después de derrotar al Sevilla Atlético.

Mientras, el Lucena se las verá con un Betis B imprevisible, capaz de lo mejor y lo peor como suele ser habitual en un filial plagado de jóvenes con poca experiencia. Los cordobeses miran todavía miran hacia arriba pero sin descuidar el retrovisor para tratar de quedar lo más arriba posible de cara a las eliminatorias por el ascenso a la categoría de plata, que comenzarán el tercer fin de semana de mayo. Los verdiblancos, quintos clasificados, también están en la pelea por entrar en el selecto grupo de los elegidos.

La Balona, por su parte, tendrá la complicada misión de ser el primer equipo del grupo IV que derrote esta temporada al Cacereño en la ciudad extremeña. Los locales han escalado posiciones en las últimas jornadas y ahora luchan por encontrar un hueco en la próxima edición de la Copa del Rey.

En el caso de que alguno de los dos rivales directos del líder sumara todos los puntos que restan hasta el final de la temporada, al Cádiz le sería suficiente con ganar los dos partidos que tiene en casa -Lorca Atlético este fin de semana y Puertollano a principios de mayo- para ser campeón. Además de la aportación de los jugadores, el papel de la afición amarilla cobra más importancia que nunca para que el estadio Carranza sea un fortín y no se escape un solo punto.

Además de los dos duelos en el coliseo gaditano, queda otra oportunidad más en la visita cadista al campo del San Roque de Lepe a finales de este mes en una jornada marcada en el calendario con rotulador grueso, ya que se enfrentarán la Balona y el Lucena. Uno de los dos -puede que ambos en caso de empate-, quedará descolgado de la batalla por el título en el caso de que todavía esté por dilucidar qué equipo se acaba llevando la corona.