Era un partido temido por diversos motivos. El Cádiz CF afrontaba el duelo con numerosas bajas (hasta siete ausencias por problemas físicos), el entrenador había reconocido cierto cansancio en determinados jugadores por la acumulación de minutos y el Lugo se presentaba en el estadio Carranza con la vitola de escuadra consistente con una sola derrota a domicilio que además no tenía reparos en ceder el control del balón al contrario, lo que suele hacer el conjunto amarillo.

Y para colmo, los gallegos se adelantaron muy pronto con un gol absurdo que derivó en un nuevo desafío para el líder, que casi salió del vestuario con la losa del 0-1. Al final, una prueba más aprobada con nota y una semana más con una amplia ventaja tras conseguir su segunda remontada de curso. No es fácil levantar un resultado adverso en una categoría tan equilibrada.

El contexto no era el idóneo en la vuelta al hogar tras dos duelos seguidos como visitante. El Cádiz CF se veía obligado a llevar la iniciativa en el juego en el choque ante el Lugo, una situación nada cómoda en su habitual estilo que consiste en cerrar espacios, robar el balón y correr a la contra con dos o tres pases a lo sumo para llegar a la portería del adversario. Tenía que hacer lo contrario de lo que venía practicando.

Pero una vez más supo adaptarse a las circunstancias y demostró la razón de su holgado liderato. No se arredró el equipo de Álvaro Cervera ante una papeleta complicada, similar a la que tuvo que superar en el encuentro frente a la Ponferradina disputado en la jornada inaugural.

¿Que hay que tener la pelota y dar más pases de lo acostumbrado para desarmar al rival? Si hay que tocar más se hace y punto. Por algo es el equipo más fuerte en la recta final de la primera vuelta.

No es usual que el equipo de Cervera acabe un partido con más posesión que su contrincante. Ante el Lugo atesoró un 53,2 por ciento, no mucho más que el cuadro norteño pero sí suficiente para arrinconarlo en su parcela hasta obrar la remontada. La persistencia tuvo premio.

Fue la cuarta vez que el Cádiz CF acreditó más tiempo con el esférico en su poder que el equipo de enfrente. En los últimos nueve envites siempre había mandado el rival con el balón, no en el control del partido ni en el marcador.

Hay que retroceder hasta la séptima jornada para hallar un partido con más posesión por parte de los amarillos. Fue contra el Deportivo de La Coruña, que puso el autobús delante de su portería mientras los de Cervera llegaron al 60,7 por ciento de posesión, su cota más alta esta temporada.

En el choque contra la Ponferradina, la tenencia del cuero del Cádiz CF alcanzó el 59,8 por ciento. Y la única vez que acarició el esférico más que el adversario en una cita fuera de casa fue en la exitosa visita al Mirandés, cuando terminó con un 58,7 por ciento.

De las cuatro ocasiones que el Cádiz CF se empleó con el balón más que su oponente, en tres salió victorioso y en la otra empató a cero. Eso, sí, los otros nueve triunfos los amarró con un porcentaje de posesión menor que el contrario.