La de ayer pudo ser la rueda de prensa posterior a un partido en la que Raúl Agné mostró un talante de mayor crítica hacia su equipo. Desde que entrena al conjunto amarillo no había mostrado tanta contrariedad con lo sucedido, ni siquiera el día del autogol de Bermúdez a Aulestia. El preparador se quejó de casi todo lo que sucedió hasta el descanso, tardó en responder a algunas preguntas como queriendo pensar dos veces antes de hablar y lanzó un aviso para los que no están por la labor de llevar un comportamiento profesional dentro del terreno de juego.

"El juego parte de la técnica, y sin ella es complicado. El cero a dos no debe pasar nunca, sólo faltaba la alfombra roja", dijo refiriéndose a la facilidad con la que Titi rebasó a la defensa. "A nivel defensivo debemos cambiar. Para ganar un partido hay que tener intención de ganar. No te puedes permitir como profesional no competir. Este equipo no es mentalmente estable y la derrota del otro día ha devuelto viejos fantasmas, aunque no voy a permitir que no se compita. De mártir no se puede vivir", se quejaba.

El entrenador se lamentaba de la falta de capacidad para anticiparse al rival y llevarse aquellas pelotas sueltas. "El juego dividido era para el rival y ese tipo de juego se da mucho en esta categoría. En la primera parte hemos estado mal, muy mal. Luego -añadía- hemos hecho un buen segundo tiempo y hemos igualado el partido, que eso nunca es fácil, pero con lo que pasó en la primera parte el grupo llegó tocado al descanso".

Dentro de lo malo, por las sensaciones en los 45 minutos iniciales, Agné valoraba otros aspectos, más positivos, que en algunos casos incluso le han sorprendido. "No esperaba que Luque aguantara todo el partido. No le asusta jugar en un campo así", agregando sobre el goleador Carlos Álvarez: "Está cada día mejor; está acostumbrado a jugar solo y si le pones a alguien al lado le cuesta más".