Cádiz CF

Un mercado congelado

  • El mes de enero avanza sin novedades respecto a los necesarios refuerzos invernales y sin que Óscar Arias revele nada ni de negociaciones ni de conversaciones con Cervera

Cervera y Óscar Arias, junto a Pequi y Enrique Ortiz este martes en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de El Rosal.

Cervera y Óscar Arias, junto a Pequi y Enrique Ortiz este martes en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de El Rosal. / Jesús Marín

El mercado de invierno está más congelado que nunca por lo que se refiere a los intereses y las necesidades del Cádiz, que sigue con vacantes en su plantilla sin cubrir pese a que desde el club se asegura que nadie permanece cruzado de brazos. Los máximos responsables de la parcela deportiva trabajan día a día para reforzar al equipo pero las semanas pasan y por ahora no hay nada que llevarse a la boca. La inquietud se apodera del cadismo porque a nadie escapa que, como en alguna ocasión ha reconocido el propio Álvaro Cervera, los amarillos precisan apuntalar su plantel para afrontar con plenas garantías la segunda vuelta liguera, en principio con el objetivo de amarrar la permanencia aunque sin descartar entrar por tercera temporada consecutiva en la lucha por los puestos de play-off.

Superado el ecuador del mes de enero, los únicos movimientos que se han producido hasta la fecha son las salidas de Salvador Agra y Karim Azamoum. El extremo portugués regresó antes de tiempo, en plenas Navidades, al Benfica, que lo tenía en calidad de cedido en la Tacita de Plata, y casi de inmediato ha emprendido una nueva aventura en el Legia Varsovia polaco. Por su parte, el centrocampista francés ha aceptado una cesión al Elche para tratar de disfrutar de los minutos con los que no podía contar aquí, en gran medida por el extraordinario nivel de los futbolistas de la zona ancha.

De este modo, Álvaro Cervera se encuentra en estos momentos con un problema especialmente serio en los costados, no en vano a la marcha de Agra hay que unirle la lesión de larga duración de Juan Hernández y la reconversión de Manu Vallejo, que ha abandonado casi definitivamente la banda para actuar por el centro, más cerca de la portería. Los goles del canterano dan la razón al técnico.

Jairo y Salvi son los únicos extremos puros disponibles, por lo que en caso de un contratiempo en forma de problema físico o sanción, Cervera se ve obligado a improvisar en una desesperada búsqueda de soluciones. La lista de convocados de la última jornada de la primera vuelta, en Carranza contra el Granada, en la que fue incluido Peter, del Cádiz B, puede interpretarse como un mensaje que traslada a los rectores.

Mientras, el director deportivo, Óscar Arias, continúa a lo suyo. Peina el mercado, conversa con repesentantes y mantiene permanente contacto con el entrenador. Pero no desliza ni la menor pista de sus pasos. Suficiente faena tiene por delante, con un mercado bastante más complicado que el estival, tanto por la premura de tiempo como por la dificultad para echar el lazo a jugadores interesantes, como para andar confirmando o desmintiendo los rumores, que haberlos haylos.

Arias ha optado por hacer su trabajo con seriedad y sigilo. Con un discurso bien aprendido a modo de capote, ni él ni su entorno sueltan siquiera prenda sobre obviedades como la complicación añadida que representa acudir al mercado con las alforjas llenas, como bien saben los clubes tras la venta el pasado verano de Álvaro García al Rayo Vallecano. Tampoco se desvela absolutamente nada sobre las posiciones que se pretende apuntalar. No queda otra que confiar en la labor del director deportivo y en el precedente de su acierto al apostar por el central Sergio Sánchez.

Quedan dos semanas para el cierre del mercado. Eso parece lo único del todo cierto. Bueno, eso y que la intención del club, al menos por lo que hasta el presidente, Manuel Vizcaíno, ha dicho es reforzar la plantilla para aspirar a lo máximo que se pueda. Hay balas y únicamente falta comprobar si se utilizan de manera correcta.

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