El ritmo habitual de la competición suele ser de cuatro jornadas en un mes, pero el calendario acelera de tal manera entre mediados septiembre y comienzos de octubre que el Cádiz CF ya está inmerso en un maratón que le conduce a la disputa de seis partidos de Liga en 23 días (del quinto a décimo capítulo), lo que supone una media de un encuentro cada casi cuatro días.

La plantilla, algo corta a día de hoy debido a las bajas de varios jugadores por problemas físicos, se expone a un sobreesfuerzo que se agudiza en el caso de los jugadores que empiezan a acumular minutos. ¿Llega la hora de las rotaciones?

Hay compromisos en diversos días de la semana y horarios: sábado, domingo, martes y miércoles; ocho y media, nueve, cuatro y siete. El equipo tiene que estar preparado para todo. Y la afición también.

La cadena de partidos se divide en dos etapas. El conjunto amarillo se midió al Girona el pasado sábado y en sólo tres días visita al Alcorcón (martes a las nueve de la noche) antes de recibir al Deportivo de La Coruña el sábado día 21 (cuatro de la tarde).

Después habrá una semana de respiro para recuperar fuerzas antes de volver a esprintar con tres partidos en ocho días: duelo como visitante frente al Almería el domingo 29 (desde las cuatro de la tarde), envite contra el Huesca en el Carranza el miércoles 2 de octubre (a las siete) y cuatro días después, el domingo 6, cita en La Romareda frente al emergente Zaragoza (cuatro de la tarde).

El calendario se vuelve loco con jornadas sin apenas margen para el descanso que pondrán a prueba la resistencia de los equipos. El riesgo de lesiones musculares aumenta con tanto esfuerzo y el Cádiz CF se dispone a defender su posición de privilegio.