La junta de accionistas del Cádiz CF celebrada a finales de 2019 puso de manifiesto el enorme grado de tensión en el que se halla el largo conflicto que mantienen el presidente, Manuel Vizcaíno, y Quique Pina. El cara a cara entre ambos fue de lo más tenso.

El desencuentro entre los socios de Locos por el Balón es absoluto, como quedó reflejado en la asamblea de la entidad cadista y unos días más tarde en la junta de accionistas de la empresa que ostenta el paquete mayoritario (algo más de un 60 por ciento aproximadamente) de las acciones del club.

A la junta de Locos por el Balón, desarrollada ante notario, asistió Vizcaíno por un lado y por otro el abogado Enrique Labrador en representación de Calambur, de Pina en definitiva.

El desacuerdo es total hasta el extremo de que no salieron adelante las cuentas de Locos por el Balón, sociedad administrada por Vizcaíno. El sevillano votó a favor de ellas (fue él quien las presentó) y el representante del murciano lo hizo en contra, lo que propició un empate técnico entre el sí y el no, la misma situación que se produjo el año anterior.

Otro de los asuntos abordados en la junta de Locos por el Balón se resolvió con cada parte por un lado. Vizcaíno llevó a la reunión la propuesta de aportación de fondos económicos por parte de los socios de la empresa (Pina y él) con el propósito de acometer una próxima ampliación de capital del Cádiz CF, pero de nuevo hubo división a la hora de posicionarse. Mientras el administrador apostó por el sí, Labrador se pronunció en contra.

Locos por el Balón se encuentra en una situación cercana al bloqueo desde el inicio de la operación Líbero que derivó en la detención de Pina durante un par de semanas y su imputación por algunas causas pendientes de resolución.

A ello se une el embargo preventivo de las acciones de Locos por el Balón ordenada por un Juzgado de Sevilla tras la demanda presentada por Calambur (Pina) contra Vizcaíno en reclamación de una deuda de un millón de euros.

Pero hay más. Un juez ha admitido a trámite una querella de Pina contra Vizcaíno por presuntas irregularidades en la gestión de la empresa que comparten.

El administrador de la sociedad niega que haya cometido delitos y estudia medidas para defenderse, que pasarían también por los tribunales. Vizcaíno considera además que Pina está torpedeando la gestión de Locos por el Balón y el murciano exige poder tener capacidad de decisión sobre sus acciones.

El problema entre ambos va a más con el paso del tiempo. El conflicto que mantienen en Locos por el Balón no afecta al día a día del Cádiz CF. El conflicto va para largo, metido de lleno en la vía judicial.