Ya se ha venido hacia arriba. Salta sin abrir mucho los brazos, sonríe en los calentamientos, arenga a sus compañeros, observa las evoluciones de su joven compatriota Jonathan Ramis, recuerda tiempos pasados sin perder la ilusión por el futuro... Es Andrés Fleurquin, el gran capitán del Cádiz que va dejando atrás su dura lesión en los isquiotibiales y que ya enlaza convocatorias, que ya suma minutos a sus números de la insufrible campaña 2009/10. Y no se viene abajo: "Vamos a sufrir hasta casi terminada la Liga, esperemos que ese sufrimiento acabe teniendo recompensa".

Fleurquin vivió el último descenso. Odia recordarlo, pero no queda otra. "La situación a día de hoy es difícil, pero diferente a la de hace dos temporadas. Estamos teniendo peores resultados que entonces, pero el juego es mucho mejor. Sólo nos falta un poco de suerte y esa es nuestra esperanza: la justicia tarda... pero llega más temprano o más tarde. Venimos de jugar dos grandes partidos, creo que la línea de juego es buena y también nosotros nos preguntamos desde dentro qué es lo que está pasando", se decía el uruguayo.

El dorsal número 16 del Cádiz ya ha puesto cara de perro. No hay margen para el error. "A partir de ahora todo lo que está por venir son finales. Y el domingo con el Albacete llega la primera de ellas: es un rival directo y ponemos en juego algo más que tres puntos", explicaba pensando en el goal-average particular.

Fleurquin odia recordar ese último descenso a la categoría de bronce, pero tiene buena memoria a la hora de hablar del nuevo entrenador del Albacete, técnico cadista en las tres últimas jornadas de aquella cruel temporada: "Julián Rubio no es para nada el responsable de aquel descenso, estuvo poco tiempo aquí". "Se acabó bajando por un cúmulo de errores que todo el mundo conoce y no olvida", apostillaba.

"En esta ocasión estamos a tiempo de enderezar el rumbo, quedan 48 puntos en juego. La línea es buena y en cuanto la fortuna deje de darnos la espalda, los triunfos tienen que empezar a caer uno tras otro", señalaba optimista, viniéndose más arriba.

El uruguayo cree que la plantilla está "dándolo todo". Y así se lo hizo ver el martes a las peñas: "Se mostraron muy cordiales, nos hicieron ver sus inquietudes de una forma muy pacífica. Nosotros fuimos muy honestos y le dejamos claro que, como se puede ver en cada partido, siempre estamos ofreciendo el cien por cien: no se nos puede recriminar una falta de actitud".

Para Andrés Fleurquin, el centenario del club está en buenas manos en el sentido deportivo. "Víctor Espárrago no va a consentir ningún tipo de relajación. Es conocida su mano dura y además sabe llevar bien los momentos de presión tanto en la parte alta de la tabla de clasificación como en la baja. Lo que dijo tras el partido en Huelva, eso de que si no hemos ganado ese partido es difícil que se gane otro, es algo que compartíamos todos, lo que pasa es que lo dijo en caliente y se sacó de contexto: no merecimos perder", explicó sin prisas por ser titular: "Cuesta mucho coger la forma, esta lesión es dura y aún me trato en Sevilla algunos días. A ver qué dice el míster, pero yo ahora mismo miro más por el colectivo que por mí, como todos los miembros de la plantilla".