Cádiz CF

La inscripción de jugadores trae de cabeza al rival del Cádiz CF

  • El Levante espera como agua de mayo que se apruebe el acuerdo entre LaLiga y CVC

Quico Catalán, el presidente, habla con los últimos fichajes del equipo.

Quico Catalán, el presidente, habla con los últimos fichajes del equipo. / Levante UD

Como le sucede a algunos clubes de Primera, el Levante -rival del Cádiz CF el sábado- continúa ansioso a la espera de conocer qué ocurrirá finalmente con el fondo de inversión CVC. El conjunto granota es posiblemente uno de los más interesados en que el resultado de la Asamblea de Clubes sea favorable al acuerdo entre el fondo de inversión y LaLiga. La situación actual de la entidad es muy delicada, hasta tal punto que, a falta de únicamente tres días de que arranque la competición, el club se ve incapaz de inscribir en la competición a futbolistas tan importantes como José Luis Morales.

Desde el club valenciano prevén que finalmente la operación con CVC llegará a buen puerto. El conjunto granota tiene claro que la prioridad absoluta es inscribir a los futbolistas pendientes, y en esa dirección irán destinados todos los esfuerzos económicos hasta que finalice la ventana de traspasos actual.

Aún así, el Levante no cierra la puerta de entrada a más refuerzos y continúa oteando el mercado en busca, sobre todo, de un defensa central y un extremo. Pero lo cierto es que estas hipotéticas incorporaciones van a estar marcadas por los previos ingresos que el club pueda llevar a cabo dando salida a determinados jugadores. El adiós de los descartes, no obstante, sigue muy atascado.

Al menos es el equipo va presentando fichajes y uno de ellos, Roberto Soldado, se muestra confiado en las opciones del equipo. "Las sensaciones son muy buenas. Es un bloque muy consolidado y eso te lo pone más fácil a los nuevos y a los más jóvenes".

La realidad es que la planificación deportiva está completamente atascada y depende en cierta medida de que la Asamblea General de Clubes apruebe este jueves el acuerdo alcanzado con el fondo de inversión CVC Capital Partners e inyecte 2.700 millones de euros entre los 42 clubes de Primera y Segunda A para que puedan reprogramar sus planes de viabilidad.

En el reparto de ese dinero el Levante prevé ingresar algo más de 70 millones de euros. Para empezar, unos once 'kilos' se destinarán a la corrección del desajuste entre los sueldos y las amortizaciones de la plantilla, respecto al límite salarial que la LaLiga le autoriza para esta campaña. Ese desfase económico es el que le impediría inscribir a alguno de los jugadores renovados y a los recientemente fichados de cara a la primera jornada de la competición contra el Cádiz CF.

El Levante, como el resto de los clubes del futbol español, necesita que se suscriba el acuerdo con CVC Capital Partners para que circule el dinero y se desbloquee un mercado que impide negociar operaciones de cesión, traspasos, rescisiones o el simple intercambio de futbolistas.

No obstante, la responsabilidad de que el Levante tenga 31 jugadores en nómina, algunos de ellos con salarios desorbitados como Campaña (3,5 millones), Vezo (2,4) o futbolistas que no aportarán nada como Sergio León, Vukcevic o Hernani no es un problema atribuible a la pandemia, ni a las crisis del fútbol, ni a las reglas del Fair Play Financiero.

La era de los grandes traspasos, los salarios galácticos y las malas decisiones deportivas que tomaron Quico Catalán y la dirección deportiva ya son historia en la entidad, si bien se encuentran muy presentes porque siguen estrangulando la economía levantinista.

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