Cádiz CF

La esperanza del Cádiz CF tiene nombre propio

Rubén Alcaraz le disputa un balón a Mabil en un entreno reciente.

Rubén Alcaraz le disputa un balón a Mabil en un entreno reciente. / CÁDIZ CF

Un jugador no debe ser un equipo, pero en el caso del Cádiz CF un jugador puede ser determinante para que ayude al rescate cuando el agua ha sobrepasado la cabeza. Es lo que sucede en los amarillos con Rubén Alcaraz, al que se mira entre la esperanza y el deseo de verle pronto en el verde. Tanto como que ese momento podría ser el próximo sábado contra el FC Barcelona (18:30 horas). No es cuestión de que toda la presión recaiga en el catalán, pero reúne eso de lo que tanto se habla en cuanto a un centrocampista diferente.

La cuenta atrás para el esperado duelo del Cádiz CF contra el Barça lleva de la mano saber si Rubén Alcaraz podrá romper esas ataduras que le dejaron bloqueado pocos días después de conseguir la permanencia con los amarillos la temporada pasada. Fue en un partido con la selección catalana cuando el futbolista se lesionó y se vio obligado a pasar por el quirófano.

Toda la pretemporada en desigualdad de condiciones respecto a sus compañeros ha provocado que con la Liga ya iniciada, el futbolista esté acumulando entrenamientos y minutos de preparación. Hay ganas de verle en el césped, por parte de su entrenador, de los compañeros y de la afición, que aguarda a su vuelta como la solución de algunos de los males. Aunque, ya se sabe, un jugador no debe ser un equipo.

Sergio González se ha quejado con bastante amargura del problema que tiene en el mediocentro porque, a su juicio, le faltan futbolistas que aguanten 90 minutos; lógicamente se refería a los problemas físicos que han afectado a algunos de ellos. De hecho solo veía capacitado para ello a Tomás Alarcón. La cuestión es que en ese puesto se 'cocina' mucho de lo que luego suele suceder en un encuentro, de ahí a su preocupación.

Que Alcaraz pueda dar un paso al frente y empiece a sumar en el césped minutos de competición, es la mejor señal para reforzar esa posición y que el ex del Valladolid recobre sensaciones que tanto ayudaron a la permanencia el curso pasado. Un jugador no hace un equipo, pero el caso que tenemos por delante puede ayudar a alcanzar ese concepto.

El Cádiz CF tiene que arrancar camino de la quinta jornada de Liga. Sin duda, el rival no es el adecuado para apuntarse a ese cambio de tendencia y empezar a sumar. Pero en algún momento se debe producir esa reacción y si es contra el renacido Barcelona, pues la alegría sería doble por acabar con la pésima racha y ser capaz de dar la cara ante uno de los grandes.

En los entrenamientos en las instalaciones de el Rosal, a Rubén Alcaraz se le ve ese avance de las últimas semanas y el hecho de que las sesiones de trabajo empiecen a sentirse en sus piernas; el centrocampista va recuperando físico y ahora debe empezar a acompañarlo de minutos en competición. Es la esperanza a la que se agarra el Cádiz CF. La vuelta de Alcaraz y que fichajes como Théo Bongonda y Brian Ocampo se pongan las pilas tras el lógico periodo de adaptación; es la carta que se esconde en el lado más optimista el cadista que nunca deja de creer.

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