El Cádiz CF se encuentra en el mejor momento de la temporada a tenor de lo que refleja sus últimos números. Alcanza la posición más alta en lo que va de Liga, la 15ª, y por primera vez encadena dos jornadas consecutivas fuera de la zona de descenso. Nada está hecho pero sí es una señal de la mejoría experimentada por un equipo que aún no se ha librado del peligro debe seguir luchando por el objetivo de la permanencia en Primera División.

El conjunto gaditano progresa en los últimos tiempos. De hecho, es el décimo mejor equipo de la segunda vuelta con siete puntos de 15 (casi la mitad) fruto de un balance de dos victorias, un empate y un par de derrotas en San Mamés y Camp Nou que entraban dentro de los límites de la lógica. No está más se si tiene en cuenta que tres de esos envites los encaró fuera de casa y ante adversarios de mucho mayor potencial.

Una de las claves de la evolución del Cádiz CF es el hallazgo del equilibrio entre la defensa y el ataque. Desde el comienzo de la segunda parte del campeonato, lleva cuatro goles a favor y seis en contra. Aunque el saldo es negativo (el póquer que se llevó en Bilbao desnivelan la balanza), sólo recibió gol en dos de los cinco partidos y marcó en tres envites.

Los amarillos cierran la portería y con ello aumentan sus posibilidades de ganar o en todo caso de sacar un empate como en la reciente visita a la Real Sociedad. Dejaron el arco intacto ante el cuadro vasco (0-0) y en los triunfos ante el Girona (2-0) y el Rayo Vallecano (1-0).

El siguiente reto del equipo entrenado por Sergio González es que Jeremías Conan Ledesma no tenga que recoger el balón de la portería en el importante partido contra el Getafe que se disputa el próximo viernes en el estadio Nuevo Mirandilla. Es el primer paso para poder optar a una victoria que le daría un indudable impulso en la clasificación.

Tras aquellas cinco derrotas seguidas al comienzo del torneo que encendieron las alarmas, el Cádiz CF logró cerrar su portería en nueve de los siguientes 19 encuentros. Se ha ido haciendo más fuerte como bloque y más en el inicio de la segunda vuelta. Es la línea que sigue, aunque lo cuenta es lo que está por llegar.