Lo sucedido en la Nueva Condomina es ya historia pero también un argumento que debe ayudar al Cádiz a seguir creciendo. Crecer a costa de un Melilla que es la siguiente amenaza, el adversario a tumbar para mantener vivo el sueño del primer clasificado o, al menos, de ir adelantando rivales dentro del play-off. Hoy vale aquello de prohibido pinchar, no cometer un error que sería fatal ante un adversario inferior al conjunto de Claudio Barragán.

Nada ha tenido que ver la semana con lo que venía sucediendo en las anteriores. La consecuencia de la victoria sobre el Real Murcia se ha notado en el rostro de los jugadores, en la reaparición de ese hambre llamado fútbol y que conduce al objetivo del ascenso. La plantilla está dispuesta a hablar cada fin de semana, a demostrar que las críticas, más que justificadas, van a formar parte del pasado y que el convencimiento es pleno para sumar y sumar hasta la última jornada.

El partido obligará al Cádiz a trabajar con tesón, a buscar recursos para superar a un Melilla al que se espera con un planteamiento defensivo, que es el principal argumento sobre el que viene trabajando José Carlos Granero desde que tomó las riendas del equipo. Salir a flote a partir de no encajar goles. Ese concepto de fútbol puede provocar que el Cádiz tenga que demostrar paciencia y capacidad para terminar derrumbando el entramado que Granero montará sobre el césped.

Claudio sabe perfectamente esta circunstancia y su labor durante la semana, cuando ha cerrado las puertas a la prensa, ha sido trabajar las diferentes fórmulas con las que poner contra las cuerdas al Melilla hasta que caiga a la lona.

La actualidad deportiva del equipo amarillo viene marcada por las bajas. Cabe recordar que se encuentran sancionados Carlos Calvo -cumple el segundo y último encuentro de castigo-, David Sánchez y Mantecón, mientras que por lesión se queda fuera Fran Machado, que se dañó en la Nueva Condomina y apenas se ha ejercitado esta semana.

La novedad por estar disponible corresponde a Servando, que en Murcia cumplió sanción, mientras que el técnico debe decidir sobre Dani Güiza, que se rompió hace dos semanas ante La Hoya Lorca y aunque esta semana ha ido trabajando de forma progresiva con el grupo, tiene más opciones de ir convocado que de formar parte del once.

A pesar de las ausencias, especialmente en el centro del campo, Alberto Quintana se desplazará esta mañana con el filial a La Palma del Condado, donde un Cádiz B en crisis se juega mantener el liderato y, con este, el puesto de ascenso. Sin David Sánchez ni Mantecón y con Quintana en el segundo equipo, Nana está llamado a ser el acompañante de Abel Gómez en el doble pivote. También cabe la posibilidad de que el preparador adelantara a Servando, si bien la última vez que puso al isleño por delante de la zaga el rendimiento de éste resultó muy pobre.

En cuanto a las bandas, parecen asignadas a Salvi y Álvaro García, mientras que Lolo Plá y Despotovic podrían estar en la dupla atacante. No obstante, Claudio es amigo de variantes inesperadas, como ha demostrado en otras ocasiones, y no hay que descartar la aparición de otro futbolista a pesar de que no se encuentre en las quinielas.

El entrenador del Cádiz, siguiendo la costumbre cada vez que juega en casa, no ha dado a conocer la lista de convocados, si bien dispone de los 17 jugadores siguientes: Cifuentes, Pol Ballesté, Juanjo, Xavi Carmona, Andrés Sánchez, Aridane, Servando, Migue González, Pavez, Abel Gómez, Nana, Salvi, Álvaro García, Jandro, Lolo Plá, Dani Güiza y Despotovic. Claudio tendrá que realizar un descarte para presentar en el acta 16 futbolistas y todo apunta a que el sacrificado podría ser un defensa.

La 'carne' del encuentro de hoy está puesta en el asador, buscando el punto de elaboración que al Cádiz le permita saborear una buena jornada, la segunda consecutiva, para alimentar una semana más el objetivo del ascenso.