José Carlos Granero tiene claro el mensaje que desde el pasado lunes no para de repetir a sus hombres en cuanto a las opciones de dar la sorpresa en Carranza. El entrenador del Melilla espera manejar bien la situación y que la ansiedad por no marcar se vuelva en contra de los amarillos.

Granero entiende la presión a la que está sometido el rival de hoy. "Es un equipo al que se le aprieta para lograr lo máximo. Al Cádiz se le pide no sólo que haga una Liga de diez u once meses soberbia, sino que además ascienda. Es cierto que tiene equipo para ello y además se ha reforzado bien. Es un grande y no lo vamos a descubrir ahora".

El preparador del conjunto azulón confirma que el planteamiento de los suyos no será salir al ataque, pero también advierte que "en Carranza no puedes ir pensando en el empate". "Si vas pensando en mantener la portería a cero y no en la contraria, te equivocas. Vamos a ser fieles a lo que hacemos, con sobriedad defensiva, pero tienes que atacar. No puedes ir pensando en el empate. Con noventa minutos por delante puede aparecer nuestro momento".

Y para obtener esa sorpresa, ha sido una semana de mucho trabajo. "No es sólo táctico, sino mental. Tengo que inculcar a mi equipo que es posible, que es realizable. Sabemos que el fútbol está lleno de gestas y debemos creer en lo que venimos haciendo y estar convencidos", explicó.

Granero no cree que sea un inconveniente haber descansado el fin de semana pasado por el aplazamiento del Melilla-Linares. "No jugar no nos ha influido. Se ha adaptado el trabajo y el lunes hicimos algo parecido a lo que hubiéramos hecho el domingo. Aceptamos la situación con naturalidad y hemos preparado el partido como hacemos siempre", concluía el técnico de la escuadra melillense.