Los movimientos que se suceden en la plantilla del Cádiz durante el verano no afectan de momento al centro de mando. El equipo amarillo ha experimentado cambios en todas las posiciones excepto en la media, que a día de hoy se mantiene como estaba meses atrás y todo apunta que así seguirá. En la defensa ha sufrido las bajas de Iván Malón, Migue, Luis Ruiz y Aridane y se contabilizan las incorporaciones de Marcos Mauro y Lucas Bijker -este último a falta de confirmación oficial- a la espera de que lleguen un par de futbolistas más para completar la zaga. La marcha de Jesús Fernández obliga al fichaje de otro portero en fechas próximas. La renovación en la delantera es profunda con Alfredo Ortuño, Dani Güiza y Santamaría fuera de la plantilla y el aterrizaje de Moha Traoré, Dani Romera y David Barral. Caras nuevas a la caza de goles.

Para las bandas o la mediapunta, tras la ausencia de Ager Aketxe, destaca la novedad de Alberto Perea, llamado a ser el lanzador a balón parado. Y en el puesto de mediocentro la novedad es que no hay novedad. Al menos de momento. Permanecen los cuatro centrocampistas que la pasada temporada formaron parte de la nómina cadista: Jon Ander Garrido, José Mari, Rafidine Abdullah y Eddy Silvestre. No sólo continúan -todos tienen contrato en vigor- sino que además el club no ha realizado hasta la fecha ninguna incorporación en esa zona considerada fundamental. Se suele decir que quien controla el centro del campo suele llevar el peso del partido y ser superior al adversario. En el club consideran que el plantel cuenta con una medular fuerte y equilibrada y no hay urgencias en esa posición. No es una prioridad apuntalar esa línea aunque mientras el mercado esté abierto -queda tiempo hasta el próximo día 31- nada es imposible.

Álvaro Cervera apostó en la recta final de la pasada temporada por la dupla en la media formada por Garrido y José Mari en busca de consistencia. Abdullah tuvo grandes dosis de protagonismo a lo largo de la pasada campaña pero en el último tramo tuvo que esperar turno en el banquillo aunque casi siempre dispuso de minutos en la segunda parte, sobre todo cuando el equipo necesitó de su creatividad para intentar llegar al área contraria. El que dispuso de menos oportunidades de ese cuarteto fue Eddy Silvestre. El almeriense quiere dar un paso adelante y es uno de los destacados del conjunto amarillo en la pretemporada. Se muestra intenso, marca goles y hasta desempeña funciones de central si es preciso. Se lo quiere poner difícil al entrenador. Puja por un puesto en el equipo en la que será su segunda temporada vestido de amarillo y azul. La competencia es máxima en una zona con dos plazas y cuatro aspirantes.