Cádiz CF

Otra 'carga' presidencial

  • La afición saca pañuelos y repite críticas duras a Manuel Vizcaíno

La situación se vuelve cada vez más peliaguda para el presidente del Cádiz. Un Manuel Vizcaíno que sigue 'acorralado' por su propio club, el que gestiona, cuya afición hace tiempo que no le deja pasar nada. Ayer se repitió la historia con pitos, gritos de dimisión y pidiendo su vuelta a Sevilla, y hasta con pañuelos mirando a un palco que empieza a estar muy caliente.

Las dos derrotas consecutivas hacían del choque de ayer una olla a presión. Un encuentro muy caldeado por todo lo que viene sucediendo dentro y fuera del terreno de juego, ya que cada vez están más presentes los problemas institucionales que salpican a la entidad.

La masa social hay veces que pasa de líos de despachos, pero si estos existen, como es realidad, y además lo deportivo va de mal en peor en el primer equipo y en el filial, la gente se levanta y busca al principal responsable.

El choque de ayer empezó con retraso por la revisión de la portería de Fondo Sur y por el empecinamiento del árbitro de que el saque inicial se hiciera de forma correcta. Hasta dos veces lo mandó repetir. Al menos unos minutos antes del inicio había dejado de llover. No caía agua pero se preparaba un aluvión de críticas y descalificaciones hacia la zona del palco que ocupa el presidente.

Lo del césped no entusiasmaba y a los 17 minutos el respetable comenzó a pitar. Mal síntoma. El choque avanzaba sin convencer y el gol del Sevilla Atlético resultó un mazazo. Menos mal que Güiza paró el arranque de pitada total al igualar casi por seguido.

Pero el Cádiz se quedaba lejos de poder remontar, como lejos se ha quedado de unas dos primeras posiciones ya inalcanzables. La gente, el cadismo, sabe la dura realidad de lo que queda y por eso pide reacciones apuntando a la autopista que precisamente ayer tomó el rival cadista.

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