Jugar con un futbolista menos durante cerca de una hora puede distorsionar el análisis de las prestaciones de cualquier equipo, pero el Cádiz volvió a ofrecer una doble cara el pasado sábado. El cuadro de la Tacita se quedó en inferioridad numérica en Bahía Sur en el minuto 37 con un marcador adverso que fue capaz de equilibrar tras el descanso desde el punto de penalti. El equipo amarillo reaccionó a tiempo frente a un San Fernando que plantó cara y olió de cerca los tres puntos.

El derbi de la Bahía deja en el Cádiz un rastro con un terreno irregular en el que se mezclan las pisadas firmes con las endebles e inseguras. El conjunto entrenado por Alberto Monteagudo no escondió su preferencia por llevar la iniciativa en el juego, tanto con once como con diez futbolistas, obligado en última instancia a buscar la portería contraria para al menos no salir derrotado en su visita a la ciudad vecina.

La vocación ofensiva del nuevo Cádiz confiere vistosidad al juego, aunque en el estadio Iberoamericano de La Isla el cuadro amarillo careció de la profundidad que se debe prever de un equipo que apuesta por el ataque.

El San Fernando demostró mayor fortaleza que el Loja -primer rival de la escuadra cadista en el estreno liguero-. Supo tapar las vías de entrada de los atacantes visitantes, a los que les costó poner a prueba al guardameta de conjunto isleño. Los tres cuartos de campo se convirtieron en la frontera que pocas veces atravesó con peligro la línea ofensiva comandada por Pablo Sánchez y Juan Villar, los cadistas más incisivos. El cortocircuito producido en el último pase, el definitivo, desactivó a Belencoso, incómodo cuando se aleja de su hábitat natural, el área.

Sacar rédito al mayor porcentaje de posesión del balón es una de las asignaturas pendientes de un Cádiz al que se le supone margen de mejora con el paso de las semanas si quiere aspirar a lo máximo esta temporada.

Si la parcela ofensiva debe ir en progresión a medida que avance el curso, la defensiva es la que refleja síntomas de inmadurez. La inocencia del Loja impidió ver los problemas en la zaga que sí salieron a la luz en el encuentro copero frente al San Roque de Lepe. Las alarmas no terminaron de saltar porque los amarillos remontaron de manera milagrosa con tres goles en los cinco minutos postreros. En La Isla, el San Fernando encontró espacios y dejó escapar la oportunidad de ganar al desperdiciar dos ocasiones clarísimas, la primera creada por la banda izquierda del Cádiz y la segunda, por el costado derecho.