Cuando el Cádiz cayó fulminado por el Mirandés a finales del pasado mes de mayo para desgracia de toda la familia cadista, Jose González apuntaba poco días después que al menos se podría planificar la próxima temporada con tiempo y adelantarse en el trabajo a otros equipos. No podía imaginar entonces el entrenador que casi un mes después, todavía no iba a estar cerrado un solo fichaje o al menos alguna renovación que aportara algo de luz a oscuro mes de junio en el seno de la entidad centenaria.

Mientras los movimientos se aceleran para la venta o una cesión de la gestión del club, lo que sí que esta parado es el capítulo de contrataciones. Y no es por falta de actividad. Tanto el director deportivo, Roberto Suárez, como el técnico gaditano manejan una larga lista de jugadores que interesan e incluso han mantenido con contacto con algunos de ellos. Es más, los administradores concursales tienen sobre la mesa cuatro propuestas formales de fichajes que están con el freno echado a falta de saber en qué manos va quedar el Cádiz.

No se trata solo de que haya futbolistas que no quieran firmar sin saber qué va a pasar. La cuestión es que no se puede dar un paso adelante hasta que los nuevos gestores no se hagan cargo del club. Si Quique Pina aterriza en Carranza, el diseño buena parte de la plantilla llevará el sello del murciano. Por eso hasta el momento no se puede hacer ninguna contratación. Los casos de los canteranos Rubén Díaz y Dieguito, con los que el Cádiz ha estado negociando en las últimas semanas, están pendientes de resolver, además de la posible llegada de otros jugadores. La portería del Cádiz está vacía y la opción de Raúl Navas sigue abierta.