El estado de forma de los jugadores va cambiando a lo largo de la temporada. Es muy difícil mantener un alto nivel durante tantos meses de competición. En el caso del Cádiz CF, hay un futbolista que está rayando a gran altura.

Está siendo la temporada de Anthony 'Choco' Lozano. Es el máximo goleador del equipo amarillo con cuatro tantos: el triplete que firmó ante el Villarreal y el acierto frente al Celta de Vigo en Balaídos. Los marca de cualquier forma: dos con la bota izquierda, uno con la derecha y otro con la cabeza.

Además de goles, Lozano aporta rapidez y toma velocidad de crucero en cada acción. Y además es un peligro dentro del área hasta el punto de que ya le han hecho tres penaltis: ante el Betis, Celta y Mallorca.

El hondureño disfruta del mejor momento de su carrera, a pleno rendimiento en una categoría tan exigente como la Primera División española. Se adapta a la posición que le encomiende Álvaro Cervera, ya sea en el costado izquierdo o en punta.

Ante el Villarreal comenzó en la izquierda y después pasó a la delantera. Impresionó con su 'hat trick' que en Primera División sólo había conseguido con el Cádiz CF Jorge 'Mágico' González. Contra el Mallorca fue el hombre más adelantado y las acciones de peligro pasaron por él. Estuvo en casi todas y cuando el partido parecía perdido se internó dentro del área y fue derribado. Una jugada decisiva que permitió el empate cuando Álvaro Negredo transformó el lanzamiento desde los once metros.

En una delantera en la que el entrenador suele hacer movimientos, Lozano se vuelve intocable en este tramo de la temporada en el que está que se sale, convertido el faro del equipo en ataque, con frescura de piernas y pulmones, calidad y ganas de contribuir al objetivo de la permanencia.

En el club están tan encantados con las prestaciones del centroamericano que incluso están empezando a pensar que se quedaron cortos a la hora de fijar la cláusula de rescisión del contrato de jugador.

El vínculo laboral de Lozano con el Cádiz CF se extiende hasta el 30 de junio de 2023, con una cláusula de salida de 12 millones de euros. Si otro club se lo quiere llevar, esa la cantidad que tiene abonar sin necesidad de negociar con la entidad cadista. En las oficinas del antiguo Carranza consideran que ahora mismo el delantero es barato dado su elevado rendimiento.