Las excelentes prestaciones que los jugadores amarillos ofrecieron sobre el césped del Sánchez Pizjuán reflejó el buen trabajo realizado durante la semana para preparar el partido. El Cádiz hincó los codos para estudiar un duro examen que sacó adelante con la mejor nota posible de los tres puntos que permiten a los gaditanos seguir aspirando al salto de categoría.

La victoria se fraguó durante una semana de ensayos que sirvieron para que Jose González desplegara sobre el cuidado césped sevillista unas cartas diferentes a las que suele jugar. El técnico cambió de dibujó táctico y en lugar de apostar por el 4-2-3-1 que le caracteriza diseñó un 4-1-4-1 que cumplió el objetivo marcado. El vallense Luis Alberto, principal referencia ofensiva del Sevilla Atlético, se ahogó en los tres cuartos de campo, donde sus apariciones son mortales para el equipo rival.

Los pupilos de Jose aplicaron a la perfección el sistema pergeñado sobre la pizarra y cortaron los cables de conexión entre los talentosos jugadores de Nervión. El resultado ya es conocido, pero no está de más recordar que los locales apenas crearon tres ocasiones claras durante los 90 minutos pese a que se trata del equipo más goleador de toda la Segunda División B -79 tantos- y el tercero de las tres categorías nacionales, sólo superado por los todopoderosos Barcelona -89- y Real Madrid -81-.

El mismo Jose González reconoció después del exitoso resultado que durante la semana anterior no tuvo clara la modificación táctica, aunque después de ver la buena adaptación de los jugadores se decidió por el consabido 4-1-4-1 que sus pupilos ya conocían de la etapa de Risto Vidakovic.

En ese boceto la figura del único pivote cobra especial relevancia, y en ese puesto Moke se mueve como pez en el agua. El congoleño leyó el partido a las mil maravillas y se adueño de la parcela ancha. Corrió de un lado a otro, tapó todos los espacios y cerró las líneas de pase que buscaban a Luis Alberto, al que amargó la existencia durante una hora y media. Y para redondear la jornada matutina en la capital hispalense, se dio el lujo de repartir juego y además no vio cartulina amarilla, una de sus asignaturas pendientes.

El jugador de origen africano se ha convertido en una pieza esencial en este tramo final de Liga. Apenas contó para Vidakovic y con Jose al principio tampoco disfrutó de minutos hasta que el entrenador le brindó una oportunidad que no dudó en aprovechar.

Moke se muestra satisfecho por la valiosa victoria conseguida en Nervión y por el trabajo realizado por todo el equipo. "Estoy contento porque era el partido de la temporada, contra el segundo clasificado y además fuera de casa. Son tres puntos muy importantes que nos dejan en la zona de arriba".

El medio centro destaca que "todo el equipo estuvo muy enchufado" y además reconoce que el cambio de sistema "surtió efecto". Y es que con el 4-1-4-1 "ellos tuvieron problemas entre líneas".

En su opinión, "hemos demostrado que merecemos entrar en la fase de ascenso. Ahora hay que seguir así para rematar la faena antes de pensar en cotas mayores".