Ascenso en Las Palmas: el día que el Cádiz CF volvió a nacer

El cadismo del siglo XXI apenas había empezado a entender que el fútbol es un deporte de once contra once en el que el balón era lo más honrado, cuando asistió a uno de los grandes acontecimientos del Cádiz CF. Desde 1977 han sido diversas las ocasiones en las que el equipo amarillo dio el salto a Primera División, pero pocas veces, en ese tiempo, un ascenso desde la desaparecida Segunda B a Segunda División A tuvo tanta transcendencia. Fue un antes y un después en una parte aciaga de la historia de la entidad, una de sus peores etapas en las que los problemas económicos y las decepciones -posiblemente una como consecuencia de otra- se acumulaban con unas gradas, las del viejo Carranza, que sí se vieron en muchos momentos despobladas.

Llega el 29 de junio y se cumplen 22 años del gran ascenso. Ni el obtenido ante el Tarrasa (1977) ni el morboso de Chapín (2005), frente al Xerez CD, que fueron sonados a más no poder, pueden con un salto de categoría que fue algo así como ver al Cádiz CF aferrarse a la vida después de nueve años en la UVI del pozo del fútbol español. Nueve campañas acumulando palos y llantos tras la mejor etapa del equipo en la elite del fútbol español. En un abrir y cerrar de ojos pasó de visitar y recibir al Barcelona o al Real Madrid, a tener que enfrentarse al Mármol Macael o al Realejos.

Nueve temporadas de llantos, dolores de cabeza, decepciones, fatigas económicas, proyectos tan costosos como fallidos y, de alguna manera, de arrastrar el nombre del Cádiz CF por donde no se podía imaginar la afición. De ahí la importancia de aquel ascenso el 29 de junio de 2003 en Las Palmas, en un barrio perdido de la capital de Gran Canaria en el que el conjunto gaditano pudo empezar a respirar por sí solo.

Jose, Cortijo, Benito... gente de la casa

Algo más de dos décadas de que el enésimo proyecto de Antonio Muñoz Vera por fin saliera a flote, tras muchos intentos que acabaron en fracaso. Aquel año, cuando más en casa se fraguó la idea, el resultado fue el deseado. Jose González y Alfonso Cortijo, al frente del plantel; Alberto Benito, ya por entonces medio gaditano, en la dirección deportiva. Ángel Férez, Jorge Amar, Nacho Bocardo, Juanito Marchante, Martínez Villar, Pepe Mata... y un consejo de administración con mayoría de empresarios gaditanos con la ayuda inestimable de Michael Robinson. Los canteranos 'fabricados' por Carlos Orúe dos años antes, liderando el equipo con la experiencia de lo vivido en Tarragona, Amurrio, Zamora... Un bloque compacto con ausencia de estrellas y abundancia de autoestima, coraje, disciplina y la 'testiculina' que aplicó Jose González para que, de una vez, acabara la pesadilla más extensa y cruel en Segunda B.

Después de una fase regular en la que el Cádiz CF accedió al play-off como cuarto clasificado, el grupo de liguilla fue muy duro con el filial del Barcelona, el histórico CD Logroñés y el Universidad de Las Palmas. No era la primera ni la última vez que el equipo amarillo sufría en suerte un sorteo de este nivel. Pero el conjunto de Jose se fue superando con triunfos claves en el debut en Logroño (1-2) y seguidamente un 2-0 al Barça B. La tendencia le permitió llegar a la última jornada de la liguilla dependiendo de sí mismo hasta el extremo de que un punto era suficiente en el campo del Universidad. Y, tras empezar perdiendo, un penalti transformado por Abraham Paz hizo que sobrara toda la segunda parte. Un 1-1 y de vuelta a Segunda A nueve años después. Cientos de cadistas afrontaron el costoso y complejo viaje a Canarias, y miles llenaron el entonces Carranza para ser felices a través de una pantalla.

Hace 22 años de una gran gesta, de mayor importancia de lo que cree la gente después de los impagos y encierros de la campaña 2000/01, posiblemente el momento en el que la entidad estuvo más cerca de su desaparición, junto al curso 2013/14 con la famosa subasta. Pero para llegar a eso, el 29 de junio de 2003 volvió a nacer el Cádiz CF en las 'Islas Afortunadas', donde cambió su suerte.