Demasiado tiempo esperando. La afición del Cádiz CF no para de mirar el calendario viendo que se agotan las jornadas y que no se produce su ansiado regreso al estadio Ramón de Carranza. Después de más de un año alejada de su equipo, la masa social confía en que la evolución de la pandemia sea favorable y, aunque sea en una cantidad menor a la habitual en circunstancias normales, se puedan ver de nuevo con espectadores las gradas del templo del cadismo.

Por parte de LaLiga y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se apunta en una dirección con un evidente optimismo, posiblemente excesivo. Ese destino señala a finales del mes de abril y es ahí donde miles cadistas comprueban que coincide con un Cádiz CF-Real Madrid el 21 de abril (podría ser también el 20 o el 22). Que el calendario refleje la visita de los blancos con la posibilidad de que una parte del aforo puede ser ocupado, despierta cierta esperanza.

No obstante, el camino parece complicado porque por parte del Gobierno las dudas son demasiados grandes para fijar en el tiempo a ese regreso del público, más aún en las fechas deseables por LaLiga y la RFEF. La realidad es que las semanas del calendario siguen cayendo con los estadios del fútbol profesional vacíos, como consecuencia de una pandemia cuya tercera ola ha sido especialmente sufrida en la provincia gaditana.

Desgraciadamente grandes como el FC Barcelona y el Atlético de Madrid, o conjuntos siempre esperados como el Real Betis, Sevilla y Athletic Club de Bilbao ya pasaron por el Ramón de Carranza, lo que provoca que las miradas y ese hilo de esperanza señalen a la visita madridista; el último grande que debe pasar por el coliseo cadista la temporada del regreso a Primera. Con el miedo en el cuerpo de un posible descenso, son muchos los que se preguntan cuánto tiempo tendrán que esperar hasta ver a los poderoso del balompié español en la Tacita.

Hay una generación que ahora tiene entre 16 y 22 años que apenas tiene recuerdos de la última vez que el Cádiz CF presumía como equipo de Primera División. Una masa social joven que esta campaña contaba con la posibilidad de saborear esas mieles. El coronavirus se ha encargado de llevarse por delante muchas cosas, entre ellas el papel de los aficionados en el fútbol.

La esperanza es lo último que se pierde y el cadismo la quiere mantener hasta que no digan lo contrario. Toca esperar al igual que en el último año, esos 12 meses de un amor en la distancia que se mantiene con la solidez y el encanto del primer día.