Al Cádiz CF le llega en un gran momento la posibilidad de asestar otro golpe a la permanencia. Después de dos victorias consecutivas sobre el Valencia y en Getafe, los amarillos se hacen fuertes de cuerpo y alma a la espera del Celta. Todo ello con el objetivo cada vez más cerca, ya que este domingo pueden dar un paso decisivo hacia la permanencia si son capaces de quedarse con los tres puntos. Y tienen a favor poder saborear un empate que sería bueno por los excelentes dos últimos resultados. Cosechar siete puntos de nueve posibles es un lujo para un aspirante a salvarse.

La semana ha puesto sobre la mesa la agradable realidad del Cádiz CF. Un presente de vientos favorables en el que parece que no hay lugar a un disgusto. El examen del Celta es comprometido y tiene migas como se comprobó en la primera vuelta. Los vigueses desarbolaron a los de Cervera en los 45 minutos iniciales. Hay pegada de la buena en uno de los máximo realizadores de Primera División.

La escuadra gaditana ha preparado el choque con las lecciones de siempre que tanto gustan a su entrenador. Desde el respeto a un rival con una buena plantilla, Cervera recuerda lo que hay que hacer para intentar que lo ilógico tome su lugar en el Ramón de Carranza. Nombre por nombre hay muchas luchas individuales que gana el Celta al Cádiz CF. Pero luego la historia es otra cosa cuando el balón empieza a ser protagonista sobre el césped.

Nadie lo dice claramente pero en el corazón de las instalaciones de El Rosal se hacen números para comprobar qué cifra hace falta para celebrar un éxito mayúsculo. Los 35 puntos en el casillero de los cadistas suponen un trecho importante a la espera del último empujón; la cuestión es definir en número de puntos ese empujón. 37, 38, 39... Hay opiniones para todos los gustos pero la sensación es que no se irá por encima de esos datos.

Hay quien piensa que con una victoria puede ser suficiente. E incluso aquellos que hablan de dos empates como renta suficiente para celebrar la permanencia. Lo único cierto es que cuanto antes se vayan sumando esos puntos, el objetivo quedará cerrado sin necesidad de esperar a esas jornadas finales que se convierten en auténtico infarto. Escapar de esa situación extrema lo tiene el equipo de Cervera al alcance de la mano.

Un Cervera que tiene que ajustar algunas piezas por los problemas físicos que esta semana le han dado la cara a Juan Cala y Alberto Perea, dos ausencias que se unen a la de hace algunas semanas por parte de Álex Fernández. Un central que acompañe a Fali y un jugador para la banda izquierda, por delante de Pacha Espino, es lo que debe cubrir el preparador. Álex y Perea, que suelen caer a esa zona, están los dos fuera de combate.

En la elección tendrá que estudiar el entrenador lo que puede darle cada candidato. Se busca velocidad, claridad y llegada cuando toque salir a la contra, pero también hay momentos en los que toca asumir el papel de segundo lateral izquierdo para fajarse en esa tarea en la que no hay lugar a la relajación en el proyecto cadista.

Si Marcos Mauro tiene muchas opciones para estar en el centro de la zaga con Fali, para el extremo zurdo tiene cierta ventaja Jairo Izquierdo. Es su puesto y es un futbolista que gusta mucho a Cervera. Luego se verá si eso pesa en su decisión o, por el contrario, sorprende con Pombo, Malbasic e incluso Rubén Sobrino, en cuyo caso Choco Lozano saldría de inicio junto a Álvaro Negredo.

El camino a recorrer será el de siempre al margen de los futbolistas por los que se decante el preparador porque todos llevan el mismo ADN. Otra cuestión en la capacidad de unos y otros, pero por entrega y sacrificio no va a quedar.

Para el Cádiz CF puede ser un domingo redondo si es capaz de enlazar un tercer triunfo consecutivo. Primero porque la permanencia estaría a punto a la espera de las matemáticas. Y segundo porque extendería el mejor momento de los amarillos en la presente temporada. Un año que va camino de ser inolvidable por lo que supondría asegurar otra campaña entre los mejores del balompié español.