Mutis por el foro de los tres más buscados

Concurrencia máxima en el palco de autoridades del Ramón de Carranza, que en la tarde-noche de ayer reunió a un variado elenco de personajes y personajillos, la gran mayoría de ellos ávidos de saborear una victoria amarilla. Aunque la historia no acabó como los que mandaban en número deseaban y fueron sólo unos pocos, los representantes merengues, los que se fueron con la sonrisa en la cara.

A algunos medios de comunicación -como este, por ejemplo- les costó sudor y casi lágrimas recoger las impresiones de los habitantes del palco una vez finalizado el duelo. Mientras unos esperábamos fuera entre la turba de adolescentes que cruzaban los dedos por hacerse una foto con Florentino Pérez, otros afortunados -como los compañeros de Onda Cádiz- tenían vía libre para hacer y deshacer al otro lado de la puerta .

Una vez que hicieron entrar en razón al señor que custodiaba la entrada al palco, los periodistas pudimos ejercer nuestro trabajo.

El presidente madridista, Florentino Pérez, fue el principal foco de atención en Carranza. Acudió al estadio gaditano acompañado por el director deportivo Miguel Pardeza y por los jugadores de la primera plantilla Granero y Adán. Ninguno de ellos abrió la boca a la finalización del partido. "No vamos a realizar declaraciones", esbozó Pardeza justo antes de darse la vuelta y seguir contemplando la pared blanca que tenía a su espalda.

Posteriormente, el exfutbolista blanco, sí dedicó algunos palabras a la web de su club: "Es un resultado bastante bueno, era un partido complicado, un equipo con historia con mucha gente detrás de ellos. Los chicos han hecho un buen partido, muy serio y han acertado cuando tenían que hacerlo. Han estado a la altura de las exigencias de cada lance y no se han arrugado".

La huelga de declaraciones merengue fue bien secundada por los otros dos grandes focos de atención de la reunión: Quique Pina y Gino Pozzo, hijo del máximo accionista del Udinese. Ajenos a lo que había acontecido sobre el terreno de juego, o al menos eso parecía, ambos se dedicaron a conversar desenfadadamente con el tito Florentino.

Así las cosas, a falta de rostros nuevos en el palco a los que arrancar algunas palabras, fueron los de casi siempre los que dieron la cara. Algunos, aún optimistas después del 0-3; la gran mayoría, pensando ya en la eliminatoria que llegará en un par de semanas.

El director deportivo cadista, Juan Carlos Cordero, lamentaba que el filial madridista materializara "las dos ocasiones que han tenido en la primera mitad" y que el Cádiz, que "mostró una mejor en la segunda mitad", le costara tanto batir la meta blanca. "Sabíamos que algo así podía pasar, ellos tiene mucha calidad, una plantilla que es prácticamente de Primera. Ahora no nos queda otra que dar la cara en la vuelta", dijo.

Juan José Pina, presidente amarillo, lamentaba que "esperábamos a un gran rival, pero no un resultado así que me ha parecido excesivo", mientras que el vicepresidente Luis Sánchez Grimaldi reconocía que lo acontecido había supuesto "un palo muy gordo". "Aún nos queda la vuelta, pero va a ser muy complicado... al menos quedar primeros de grupo nos permite disputar otras dos eliminatorias y es muy difícil que de tres el Cádiz pierda dos", argumentaba.