El empate cosechado por el Cádiz CF ante el Barcelona en el Camp Nou provocó un subidón que ha durado muy poco. Una semana después, el equipo amarillo volvió a la dura realidad con la derrota frente al Real Betis que le sitúa en su verdadera situación, la de un conjunto condenado a sufrir de lo lindo en la pelea por la salvación.

Son siete las jornadas que encadena sin celebrar una victoria (dos puntos de 21). El atasco es un hecho demostrado con números.

El Cádiz CF se empeña en tropezar con la misma piedra. Lo fía todo al modelo de la defensa pero acaba recibiendo un gol que le deja sin opciones (con la excepción de la visita al cuadro culé). No fue capaz de perforar la portería de un Betis que llegó al estadio Carranza como el tercero más goleado del campeonato. Muy poco hicieron los amarillos arriba.

Cuando el sistema defensivo sufre una grieta, algo que es habitual, raramente hay solución porque el Cádiz CF no tiene mentalidad de ataque. Le cuesta mirar a la portería contraria.

Un varapalo más el sufrido en día de Andalucía y una racha que es una llamada a la preocupación.

La escuadra gaditana sólo ha sumado un punto de 18 en las seis jornadas de la segunda vuelta: cinco derrotas, un empate y la sensación de poca cosa.

El Cádiz CF es el colista de la segunda vuelta, con cuatro tantos marcados y 17 en contra (menos 13). Es el que más recibe y el que menos anota después del Deportivo Alavés. Hay motivos para la preocupación con los números en la mano, aunque la buena noticia es que, pese a su errático recorrido, continúa fuera de los puestos de descenso.

No presenta una alternativa a su juego ultradefensivo el equipo amarillo y en Primera División es difícil no recibir gol frente a adversarios de calidad.

El único método es la muralla en torno a su área. No da más con lo que tiene y el sufrimiento está garantizado en un esprint sostenido hacia la meta no apto para cardíacos.

El Cádiz CF lo está pasando mal, especialmente en casa. Acumula tres derrotas consecutivas en Carranza (Atlético de Madrid, Athletic de Bilbao y Betis), convertido en un santuario para los oponentes.

Es el segundo peor local del campeonato con sólo 10 puntos de los 39 disputados en 13 partidos en su feudo. Sólo el Eibar presenta una cifra más baja (nueve puntos).