El Cádiz CF tiene tarea pendiente entre las salidas y las entradas para terminar de componer la plantilla que competirá por la permanencia en Primera División en la temporada 2022/23 que arranca el próximo 14 de agosto. Quedan menos de tres semanas para el inicio del campeonato y más de un mes para el cierre del mercado estival de fichajes.

La entidad cadista anda atareada en la búsqueda de un extremo (además de un centrocampista y un delantero) que en principio llegará en agosto salvo sorpresa en los últimos días de julio.

Hay que esperar a que cuaje alguna operación que a priori no será la del brasileño Samuel Lino (22 años). El extremo recién fichado por el Atlético de Madrid por 6,5 millones de euros no tiene hueco en el cuadro rojiblanco por exceso de futbolistas extracomunitarios.

El club colchonero está ofreciendo la cesión del jugador a equipos de Primera, entre ellos el Cádiz CF. Pero todo apunta a que Lino no vestirá de amarillo y se acabará uniendo el Valencia, que también quierre reforzar las bandas.

El conjunto che toma la delantera por el jugador que la pasada campaña sobresalió en el Gil Vicente de Portugal con una docena de goles y cinco asistencias.

Las negociaciones entre el Atlético y el Valencia están avanzadas. El club de Mestalla se hará cargo de la ficha del extremo, que regresará a Madrid cuando finalice la temporada.

La de Lino es otra posibilidad que se esfuma para el Cádiz CF. El equipo del estadio Nuevo Mirandilla (antes Carranza) maneja una lista de jugadores de banda y no tiene prisa en este punto de un mercado de verano que deparará numerosos movimientos a nivel global cuando se vaya acercado al cierre.