Cádiz CF

Enrique, un gol para el recuerdo

  • El ahora integrante de la dirección deportiva fue el autor del tanto que dio el primer triunfo en el Carranza, precisamente contra el Athletic, en la última campaña en Primera

Enrique corre hacia el banquillo para celebra su gol con Estoyanoff.

Enrique corre hacia el banquillo para celebra su gol con Estoyanoff. / JULIO GONZÁLEZ

Hace casi una década y media, un 23 de octubre de 2005, el Cádiz CF conseguía su primera victoria en el Ramón de Carranza, en la temporada de su regreso a Primera División. Era la octava jornada de Liga, pero el conjunto amarillo aún no había estrenado el casillero de triunfos ante sus aficionados. Se logró aquel día, precisamente con el Athletic Club de Bilbao como rival. El Cádiz ganó 1-0 y el autor de aquel gol para el recuerdo fue Enrique Ortiz, el hoy integrante de la nueva dirección deportiva de la entidad gaditana junto a Jorge Cordero.

Enrique cumplía su segunda temporada al completo en el Cádiz CF, al que llegó en el mercado de invierno del curso 2003-04 tras un exitoso ciclo en el Cacereño. En aquel encuentro en una calurosa tarde de octubre formó parte del siguiente once: Armando, Varela, Abraham Paz, De Quintana, Raúl López, Roberto Suárez (Bezares, 77’), Fleurquin, Enrique (Estoyanoff, 73’), Matías Pavoni, Jonathan Sesma y Oli (Benjamín, 79’).

Apenas había tomado el encuentro temperatura (minuto 14) cuando un contragolpe cadista iniciado por Oli, dio paso a una galopada de Sesma por la banda de Tribuna cuyo centro pasado no lo pudo despejar Aranzubia, pese a intentarlo, y una vez el esférico en los pies de Enrique, éste vio hueco junto a un poste de un descolocado Aranzubia y por ahí mandó el balón.

Su primer gol en Primera División, el tanto que daba el primer triunfo amarillo como local en el Carranza, pues hasta esa jornada el Cádiz acumulaba una derrota ante el Real Madrid (1-2) y dos empates (Villarreal y Celta, en ambos casos 1-1).

Antes de este tanto ante la escuadra bilbaína, el último en el feudo cadista que dio un triunfo en Primera División se produjo el 16 de mayo de 1993, en un Cádiz CF-Burgos (3-2) que desatascó el inolvidable Carmelo cuando corría el minuto 78. Una campaña que acabó con el Cádiz en Segunda A, inicio de la peor espiral posible que le llevó a una larga travesía por Segunda B.

Por eso el logro de Enrique significaba tanto, más allá de un gol y de tres puntos. Fue la primera alegría en casa en una campaña que, como la actual, se sabía muy complicada. Fue un gol de jugador listo en el que salió a relucir el papel casi de ‘9’ que tuvo el futbolista extremeño cuando fue el rey del gol en el Cacereño.

Camino de los 16 años, el próximo lunes será inevitable que Enrique recuerde aquella tarde, la carrera de Sesma, su gol y la celebración corriendo hacia el banquillo cadista para abrazar a Estoyanoff, su competidor en la banda derecha.

Lo cierto es que no fue fácil poner a Enrique un compañero que le peleará el puesto. No lo fue porque a pesar del runrún que en muchas ocasiones acompañaba al hoy gestor deportivo, al final era habitual que acumulara más minutos que las otras alternativas. Incluso cuando el Cádiz CF se reforzó con Pablo Hernández, el extremeño aguantó el tirón a pesar de la exigente competencia de un futbolista, propiedad del Valencia cuando recaló en la Tacita, que fue internacional.

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