Celta y Cádiz CF, dos estilos opuestos sobre el césped

La persistencia atacante del cuadro celeste se mide a la genética defensiva de los amarillos

Cervera en una sesión en El Rosal.
Cervera en una sesión en El Rosal. / Julio González
J.J.N.

Cádiz, 14 de diciembre 2020 - 07:00

En el estadio de Balaídos se libra la noche del lunes 14 de diciembre una batalla deportiva entre equipos que emplean estilos de juego radicalmente opuestos en una demostración diáfana de que hay diversos caminos, tan válidos unos como otros, para llegar a la meta de la victoria.

La vocación ofensiva del Celta de Vigo frente al conocido carácter defensivo del Cádiz Club de Fútbol. A los gallegos les gusta dominar, quieren la pelota. A los gaditanos no les importa ceder la iniciativa sin con ello sienten que controlan la situación mediante el cierre de espacios.

Tras el aterrizaje de Eduardo Coudet en el banquillo, el cuadro celeste apuesta de manera decidida por la tenencia el balón. El nuevo entrenador suele manejar dibujos con una amplia proyección atacante. Del 4-1-3-2 al 4-3-3 pasando por el 4-2-3-1, en cualquier caso siempre con acumulación de hombres de tres cuartos en adelante, con desmarques, asociaciones con el cuero y tendencia a sacar a los rivales de su zona para encontrar huecos por los que penetrar en el interior del área.

Y laterales ofensivos, con la prueba del gol que Hugo Mallo (defensa que ejerce su función en el carril derecho) marcó en el partido contra el Athletic de Bilbao de la jornada anterior. Y arriba está el 'killer' Iago Aspas.

Ante la voracidad en ataque de los locales, el Cádiz CF instalará la muralla que lleva a todas partes sin el más mínimo complejo. La duda es si Álvaro Cervera desplegará uno o dos delanteros puros. Puede empezar con un 4-4-2 e incluso La prioridad es la defensa como elemento nutridor de opciones de éxito. Si es capaz de cerrar la portería, todo puede suceder. El siguiente paso, unido al primero de la defensa a ultranza, es el robo de balón al contrario para salir con rapidez.

Los amarillos no necesitan un alto porcentaje de posesión para hacer daño. Contra el Barça les bastó con un 18 por ciento para hacer dos tantos y quedarse con los tres puntos.

Nunca se sabe los derroteros que puede tomar un partido, pero todo hace indicar que, más allá del modelo de uno y otro, la paciencia será un factor clave. Los amarillos tratarán de que no haya una sola grieta en el sistema de destrucción y aprovechar el momento para dar un golpe certero. Sin errores en la zona trasera y con el acierto necesario arriba para pujar por el premio gordo ante un rival que no se cansará de insistir en ataque. Una prueba de fuego para el sistema colectivo de un Cádiz CF obligado a dar su mejor versión.

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