Decimotercera jornada de Liga. El Cádiz se pega un batacazo en casa de los que duelen contra el Lorca Atlético (1-2), baja hasta la sexta posición en la tabla y el consejo de administración destituye de manera fulminante a Risto Vidakovic después de sumar su quinta derrota. El equipo amarillo ve el liderato a lo lejos, a siete puntos y entre una espesa niebla que forman las cinco escuadras que marchan por delante. Si es alarmante la caída en picado como consecuencia de la dinámica negativa de resultados, más preocupante es la sensación de fragilidad de un equipo que contribuye a espantar del Ramón Carranza a una afición desencantada.

Decimosexta jornada. El Cádiz se convierte en el primer conjunto en ganar esta temporada en el fortín del Puertollano (0-2) y además lo hace con la mejor versión en lo que va de Liga, con una imagen de equipo rocoso, disciplinado y con sobradas gotas de calidad para sentenciar al rival. Los amarillos -de negro en tierras manchegas- son terceros a un solo punto de la cabeza.

El aterrizaje de Jose González en el banquillo cadista ha tenido un efecto tan inmediato como positivo. Como una medicina que cura a un enfermo de manera instantánea. Y es que las matemáticas no engañan. El nuevo entrenador cogió al equipo en la sexta plaza con 22 puntos, a siete del trono del grupo IV, y tres jornadas después está tercero con 31 y poniendo el aliento en el cogote del segundo y el primero, Murcia y Sevilla Atlético, respectivamente, empatados a 32 puntos.

No hay nada como encadenar victorias para escalar posiciones y subir la autoestima de una plantilla sumergida en un mar de dudas hace apenas tres semanas. Jose no sólo ha sumado tres de tres, también ha logrado que sus jugadores vuelvan a creer en sí mismos y vean como real la posibilidad de quedar campeones de grupo y lograr el anhelado ascenso de categoría. Una vez que el Cádiz ha encontrado el rumbo, la consigna es ir partido a partido, paso a paso, en busca del objetivo perseguido.

Enlazar varios triunfos seguidos es un logro difícil de conseguir que supone una escalada en toda regla a poco que fallen los adversarios, como de hecho así ha ocurrido. El Sevilla Atlético, próximo rival del Cádiz en el estadio Carranza, se ha dejado seis puntos en el camino en las últimas tres semanas (ha encadenado tres empates) y el Murcia ha perdido el liderato tras caer en su visita al Lorca Atlético.

El Betis B, igualado a puntos con el Cádiz hace tres jornadas, es el vivo ejemplo de lo que sucede cuando un equipo deja de ganar. El filial verdiblanco que entrena Oli ha entrado en un estado depresivo y sólo ha firmado un empate que le ha conducido directamente a la zona media de la tabla, ocho puntos por debajo de unos gaditanos en clara línea ascendente. El reto de los amarillos es prolongar la racha de resultados y seguir creciendo de la mano del nuevo entrenador.