El Cádiz CF pretende que el camino de la permanencia sea mediante la portería a cero pero el tiro le está saliendo por la culata. La derrota frente al Athletic de Bilbao, goleada incluida (0-4) es una nueva demostración de que este equipo no está para muchos trotes.

El inicio de la segunda vuelta está siendo demoledor para un Cádiz CF que no sólo pierde anta rivales de mayor calado sino que lo hace con una contundencia que asusta. Por ejemplo, los gaditanos cayeron 3-0 en el Sánchez-Pizjuán frente al Sevilla y allí el Huesca cedió hace unos días por la mínima.

Los amarillos son con diferencia el peor equipo de la segunda vuelta después de las cuatro jornadas disputadas una vez superado el ecuador de la temporada. Un póquer de derrotas y además un saco de goles en contra que alimenta la preocupación. En cuatro capítulos de la segunda vuelta acumula 15 goles en su portería.

El Cádiz CF no ha llegado a tener opciones porque su portería parece que tiene cada poste en los banderines de córner. Los goles caen con una facilidad impropia para un conjunto que no hace mucho presumía de una consistencia evaporada.

Ni cinco minutos duró la portería intacta en el partido contra el Athletic. El Cádiz CF se ha vuelto tan vulnerable que a la más mínima recibe un tanto que hace saltar por los aires su planteamiento.

Las cuatro dianas que acompañaron la goleada sufrida en el estado Carranza convierte a la escuadra gaditana en la más goleada de la Liga. Parecía complicado que fuese a encabezar esa lista en la 23ª jornada porque antes acreditaba 35 tantos en contra frente a los 38 del Real Betis y el Granada, pero con esos cuatro llega a los 39 y se postula como candidato a ser el primero en llegar y rebasar la barrera de los 40

El próximo fin de semana, el Cádiz CF visita al Barcelona, el conjunto más anotador del campeonato con 49 dianas.

Si hay algo que le duele especialmente a Álvaro Cervera es recibir goles. El entrenador tiene un problema nada menor porque el argumento del Cádiz CF para pelear por la permanencia empieza a desmoronarse. Si el equipo no consigue frenar la sangría, los va a pasar muy mal para poder hacer realidad su objetivo.

Entre los tantos que sufre en su portería y los pocos que marca en el arco contrario, el balance goleador negativo no para de crecer y ahora se sitúa en menos 19. Es el peor de la Liga.