Crónica y resultado del Cádiz - Athletic de Bilbao

Mal día para borrarse (0-4)

  • El peor Cádiz que se recuerda en mucho tiempo es arrollado en media hora por un rival muy superior y más intenso

Cala y Berenguer, atentos al balón.

Cala y Berenguer, atentos al balón. / Jesús Marín

El peor Cádiz CF que se recuerda en mucho tiempo rozó el ridículo y cayó con estrépito (0-4) ante un Athletic de Bilbao tan superior que ni siquiera hubo partido. En menos de media hora estaba todo decidido en una noche ventosa en la que los norteños fueron un vendaval. La goleada fue el reflejo de la abismal diferencia entre uno y otro.

Los amarillos pagaron muy caro su falta de intensidad y acierto en un arranque propio de película de terror, entregado a un rival que sí fue a todas desde el pitido inicial.

Una cosa es perder frente a un adversario infinitamente mejor y otra regalar el partido, que fue lo que hizo un Cádiz CF a la deriva, con pinta de Segunda División, que fue un juguete en manos de un Athletic arrollador. La permanencia queda muy lejos con semejante puesta en escena.

Los amarillos continúan en caía libre. Esta vez no está el escudo de los árbitros. El único equipo de la Liga que no puntúa en una segunda vuelta en la que acumula cuatro derrotas consecutivas (y cinco jonrnadas seguidas sin ganar) y un saco de goles en contra que son fiel reflejo de su endeblez. La segunda vuelta se le puede hacer muy larga, sin un ápice de calidad y sin una solidez que forma parte del recuerdo.

Tan adormilados salieron los locales que el firme propósito de dejar la portería a cero saltó por los aires a las primeras de cambio. En un cuarto ya perdían 0-2. Tanto trabajo en los entrenamientos arrojado a la basura en un pestañeo.

Cuatro minutos tardó en recibir un gol en el enésimo error defensivo de los últimos tiempos. Berenguer recibió de tacón de Williams, se paseó con el balón por el área como Pedro por su casa, se permitió el lujo de hacerle un caño a Alcalá y salvó la salida de Ledesma con un remate raso de puntera con el que alojó el balón en el arco.

El Cádiz CF se topó en un abrir de ojos con un 0-1 que puso muy pronto el partido cuesta arriba. La salida en tromba de los visitantes contrastó con la pasividad de un equipo completamente desbordado, demasiado blandengue, con poca apariencia de Primera División.

Cuando aún le daba vueltas el conjunto de casa al primer golpe, recibió el segundo como un auténtico mazazo. En el 15, Unai López transformó de forma magistral un libre directo desde la frontal del área para poner un 0-2 que dejó muy tocado a un Cádiz CF fuera de cobertura.

La inferioridad fue manifiesta en todo ante un Athletic que movió el balón a su antojo, con la sensación de poder marcar más goles, con mucha más calidad y además con una anticipación en las acciones con las que dejó en evidencia a un rival con mala pinta.

Los locales trataron de reaccionar pero sin convencimiento, con una presión sin efectos reales. Alberto Perea apenas apareció, Lozano lo hizo a cuentagotas y a Negredo no le llegaron servicios en condiciones.

Nadie tiró del carro más allá del esfuerzo, al que se le supone a cualquier equipo. Hasta que el partido quedó finiquitado en el minuto 28 con el tercer tanto que fue el espejo de la situación del equipo amarillo. Jugada de tiralíneas de los leones, la defensa no olió la pelota y Berenguer aprovechó una sensacional asistencia de Muniain para picar el cuero por encima de Ledesma. Un tanto de bella factura que fue la puntilla para un Cádiz CF sin brújula, sin saber qué hacer en ningún momento.

La primera parte pasó rápida como soplada por el fuerte viento de levante sin que los de Álvaro Cevera tirasen una sola vez a puerta. A lo máximo que llegó fue a un par de saques de esquina sin consecuencias y un cabezazo de Espino alto y en fuera de juego.

Mientras, los vascos siguieron a los suyo, con asociaciones en ataque y opciones claras de agrandar la diferencia antes del intermedio. En el 35, un fallo de Ledesma propició una volea de Berenguer con la que no introdujo el balón en la portería de milagro. En el 45, Ledesma despejó el cuero tras un remate de Williams y a renglón seguido un testarazo de Vesga no encontró puerta por un pelo.

El encuentro estaba resuelto. Los tres puntos ya tenían dueño. Sobraba una segunda parte en la que sólo quedaba por dilucidar el marcador exacto. Un suplicio para un Cádiz CF sin señales de vida que empezó la segunda parte con cuatro caras nuevas.

Cervera dejó en la caseta a los cuatro hombres con mayor vocación y sacó a Iván Alejo, Jairo, Sobrino y Saponjic. No se sabe sin los cambios obedecieron a una verdadera creencia en la remontada o fueron para dar descanso a supuestos titulares que no demostraron tal condición.

Los locales parecían animarse en la reanudación con una presión alta y un par de internadas con centro de Alejos. Se trataba al menos de intentarlo, pero volvieron a la dura realidad cuando en el minuto 52 Iñaki Williams firmó el cuarto de la noche tras un grave error de Cala. Un despeje de Núñez de su zona defensiva se convirtió en un pase que se comió un Cala indeciso que no fue a por el balón y Williams, más espabilado, se marchó por velocidad y no perdonó delante de Ledesma. 0-4.

Los inquilinos del Carranza continuaron con la presión arriba sin la más mínima incidencia en los muchos minutos de la basura en la que había derivado la segunda mitad.

El destrozo pudo ser aún peor. En el 67, Alcalá sacó el balón en línea de gol tras un grave error de Ledesma. La cuestión no era evitar una derrota segura a esas alturas, sino evitar una humillación mayor.

Y la noticia saltó en el 68, cuando por fin el balón fue en dirección a la portería contraria, a las manos de Unain Simón tras un disparo de Espino. Hasta un mano a mano tuvo poco después Saponjic con el arquero, pero Unai Simón sacó con un brazo el remate del delantero.

Los minutos finales fueron un ida y vuelta sin control, con Muniain a punto de completar la 'manita' (en el 81) con regate y tiro dentro del área repelido por Ledesma. Y en los últimos instantes, Cervera hizo debutar en Primera División a Álex Martín.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios