La principal conclusión que deja la primera vuelta de la Liga es que el Cádiz CF, con lo que tiene y con lo que hace, no le alcanza para quedarse en Primera División. Cuestión aparte es que sea capaz de reaccionar en el segundo tramo del campeonato, pero el futuro nadie lo conoce. La realidad es que el presente no es nada alentador a tenor de los números y las sensaciones nada positivas que transmite un equipo con enormes limitaciones.

En líneas generales, el Cádiz CF compite en cada jornada (salvo excepciones), pero por una causa u otra siempre le pasa algo que le impide avanzar con un mínimo de regularidad. Suma sólo 14 puntos y es el penúltimo clasificado, clavado en la zona de descenso y con pocas sensaciones de poder dar un paso al frente más allá de alguna hazaña aislada como el empate en el Bernbaéu.

Los hechos demuestran que la única apuesta por el sistema defensivo no está siendo la solución. A la vista está que fiar todas las opciones a la portería a cero no da resultado porque es el segundo equipo con más goles en contra: 32 en 19 partidos, con un promedio de casi 1,7 por encuentro. Querer ganar sin atacar es una misión utópica.

De poco sirve armarse hasta las dientes en defensa, mantener el orden y desactivar al contrario si de pronto recibe un tanto que echa todo el trabajo por tierra. Cuántas veces estaba llevando bien un partido el equipo de Álvaro Cervera hasta que un error puntual o un acierto del rival lo cambió todo. El reciente duelo andaluz ante el Sevilla es el último ejemplo.

Y hay un problema añadido: no hay un plan B. El Cádiz CF no está cerrando su arco y sufre graves carencias en ataque. Demuestra ser un equipo muy limitado en labores ofensivas. Es el segundo menos goleador: sólo 15 tantos.

El equipo amarillo está atrapado por su propio modelo de juego, enjaulado en un laberinto de momento sin salida. Ni defiende con suficientes garantías ni transmite buenas vibraciones en el área contraria. En el vestuario están convencidos de que el sistema defensivo es el único camino, pero a la hora de la verdad, en este punto de la temporada, por ese camino el Cádiz CF transita en dirección hacia Segunda.

La clave pasa por mejorar en las dos áreas mientras surgen las preguntas para la segunda vuelta: ¿Hay plantilla suficiente para abordar el objetivo de la permanencia y para hacer algo diferente de lo que hace? ¿Cuántos refuerzos son necesarios para tener opciones de lograr la salvación? Si el Cádiz CF necesita ganar siete o siete partidos (consiguió sólo dos triunfos en el primer periodo), es capaz de hacerlo con el sistema conservador?